domingo, 4 de marzo de 2012

G-20 no aprueba planes contra crisis globales(1)


El Grupo de los 20 países industrializados y emergentes (G-20) abandonó México sin definir mecanismos para afrontar la amenaza de otra recesión mundial o la crisis de la deuda europea, y además siguió sin abordar temas urgentes como el cambio climático o la emergencia alimentaria.

En una declaración de 12 párrafos, los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales, reunidos sábado 25 y domingo 26 de febrero en la Ciudad de México, no aludieron a la crisis alimentaria de África y dedicaron solo dos menciones a la energía y el clima.

Ello, pese a los llamados de organizaciones de la sociedad civil a que la agenda fuese ampliada a la crisis climática y alimentaria y a otros temas que impactan a la población mundial.

"Vimos una indisposición para tomar decisiones de fondo. Es una especie de derrota e indisposición para cambiar las cosas en el ámbito internacional. Quedó claro de que no quieren hacer cambios de fondo. El problema es que esos países son determinantes en todos los organismos", señaló el presidente de El Barzón, Alfonso Ramírez.

La institución pertenece a una red de organizaciones no gubernamentales (ONG) centrada en los temas del G-20 y surgió a raíz de la crisis financiera que golpeó a México en 1994, pulverizó los ahorros de millones de personas, acabó con miles de puestos de trabajo y generó temblores en la economía global.

Los ministros y funcionarios congregados en la capital mexicana sí acordaron elaborar un reporte sobre el impacto de la volatilidad de los precios de las materias primas en el crecimiento económico.

El reporte "debe evaluar opciones de política que los países pueden considerar que reducirían la excesiva volatilidad de las materias primas o bien mitigar sus efectos sobre el crecimiento y el bienestar de los segmentos vulnerables", indica el documento final.

Ello para "aprovechar las oportunidades de crecimiento económico que esos mercados presentan", añade.

Un colectivo de 56 ONGs de 14 naciones planteó antes del cónclave financiero una serie de asuntos que debían ser incluidos en su debate, como inclusión financiera, seguridad alimentaria, transparencia y combate a la corrupción y lucha contra el cambio climático.

De hecho, las ONG consideran que esos temas deben estar presentes en la agenda de los jefes de Estado y de gobierno del G-20, que sesionarán en junio en la noroccidental ciudad mexicana de Los Cabos.

El G-20 reúne a los países industrializados del Grupo de los Ocho (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón, Italia y Rusia) y a las potencias emergentes Argentina, Arabia Saudita, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía. También participa la Unión Europea (UE).

Los ministros acordaron mejorar el diálogo entre los productores y consumidores de energía, mediante una mayor transparencia de los mercados del gas y el carbón, el funcionamiento y supervisión de las agencias que reportan los precios del petróleo y la limitación y cese a mediano plazo de subsidios ineficientes a combustibles fósiles.

"Hay que reducir los subsidios a los combustibles fósiles a mediano plazo, es necesario ante el cambio climático", dijo al concluir la reunión la ministra danesa de Finanzas, Margrethe Vestager.

"Hay un amplio consenso sobre la economía verde y la transición (a menor dependencia de combustibles fósiles). Tenemos que encontrar formas de fortalecer el crecimiento, la investigación y la inversión", planteó la ministra de Dinamarca, el país que ostenta la presidencia de la UE este semestre.

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