martes, 31 de julio de 2012

Counting people with disabilities



The signing of the Americans with Disabilities Act on July 26, 1990 represented a major milestone. The law guaranteed equal opportunity for people with disabilities in public accommodations, commercial facilities, employment, transportation, state and local government services and telecommunications.

A common question, however, that still pops up during discussions of disability policy is, “How many people with disabilities are there in the United States?”

Coinciding with the 22nd anniversary of the ADA, the Census Bureau released a new report – Americans With Disabilities: 2010 – that presented a new look at the prevalence of a wide range of specific disabilities, the degree of severity and the well-being of the population with disabilities.

The report showed the number of people with disabilities increasing over the previous five years to 56.7 million people in 2010 (54.4 million in 2005), while the proportion of the population with a disability remaining unchanged at 18.7 percent of the civilian noninstitutionalized population.

The Americans With Disabilities: 2010 report also shows the prevalence of specific disability types.  For instance, about 8 million adults had difficulty seeing; 9 million adults had difficulty with an activity of daily living (ADL); and 4 million adults had a learning disability. Furthermore, disability is often co-occurring with around 11 million individuals experiencing both physical and mental disabilities.

Measuring disability in surveys, however, is not an easy task and different surveys can generate very different estimates of the size of this population. “With a disability” in one study may not be the same as “with a disability” in another. Depending on the definition used, the context of the questions or methods in which the data are collected, estimates of the size of the population with disabilities have ranged from 22 million (from the American Housing Survey) to 62 million (from the National Health Interview Survey).

The Census Bureau report’s estimate of 56.7 million people with disabilities come from the Survey of Income and Program Participation(SIPP), which uses a comprehensive set of disability questions assessing difficulty on a number of dimensions including communication, physical and mental functions.

Disability statistics from this survey are used by agencies — such as the  Social Security Administration, Centers for Medicare and Medicaid Services and the Administration on Aging — to assist with program planning and management. The SIPP measure has been the primary statistic for estimating the size of the population with disabilities since the early 1990s.

Disability and functioning are continuums ranging from “able to do most or all basic activities with little or no difficulty or help from technology or another person” to “completely unable to do most or all basic activities, even with assistive technology or other aids.” Under this gradient, most people fall somewhere in between. We use categories like “with a disability” and “with no disability” to make it easier to describe the population, even though the threshold for how much difficulty constitutes a disability may not be clear.
Perhaps some of the difficulty in defining disability along this continuum is also found in the issue of choosing which activities should be included in the disability measure.  The American Community Survey (ACS) – a great survey for looking at the social, economic and housing characteristics of subnational geographies like states, counties and metropolitan areas – uses questions on six specific types of disability. With fewer dimensions of disability, the ACS shows a smaller number of people with disabilities (36 million, or 12 percent), but provides statistics at more localized levels.

Researchers, advocates and policymakers should be aware of the reasons for the different estimates of the number of people with disabilities in the U.S.  No one survey estimate is “right” or “wrong” as all surveys must make choices about the type and nature of disability they intend to measure. With the SIPP’s comprehensive set of questions on various disabilities, the Census Bureau (and many across the federal government) have used Americans with Disabilities report estimates, like the current estimate of 56.7 million people with disabilities, and so it is widely accepted as the measure of the size of this population.

By Matthew Brault, Statistician, Health and Disability Statistics Branch, U.S. Census Bureau.

sábado, 21 de julio de 2012

Divisiones de fondo en sindicatos argentinos(1)




En un contexto de incertidumbre económica y elevada inflación, el sindicalismo de Argentina, lejos de cerrar filas como aconseja la situación, sigue su proceso de fragmentación y desde este jueves 12 ya son cinco las centrales que se reparten a los trabajadores organizados.

La Confederación General del Trabajo (CGT), que hasta hace poco se mostraba con mucha fortaleza al agrupar a la mayoría de los sindicatos, quedó ahora dividida en tres sectores que se disputan el nombre de la central creada hace mas de 80 años y afín al gobernante Partido Justicialista (peronista) desde su nacimiento a mediados del siglo XX. 

Las disputas, que se aceleraron en las últimas semanas, giran en torno a la cercanía o lejanía política de los dirigentes respecto del gobierno de Cristina Fernández, del ala centroizquierdista del peronismo, en momentos en que la actividad económica se enlentece. 

A esa fragmentación de la CGT hay que sumarle la división en dos que sufrió en 2010 la Central de los Trabajadores de la Argentina, que también se debió a las posturas de sus dirigentes respecto del gobierno, pese a que es un conglomerado de tendencia centroizquierdista ajeno a la tradición peronista. Nació en 1991 como otra escisión de la CGT a impulsos de dirigentes que se oponían a la política neoliberal del gobierno de Carlos Menem (1989-1999). 

"Estas fracturas no tienen un origen económico ni laboral, sino que son exclusivamente políticas, y van a complicar las negociaciones por mejoras salariales", señaló el sociólogo Ernesto Kritz, experto en temas laborales. 

Para Kritz, de la consultora SEL, "la fragmentación en un contexto inflacionario puede incrementar las demandas sindicales, porque, si están desunidos cuando uno consigue un aumento, el rival va a tratar de obtener un poco más". 

En Argentina, la tasa de inflación anual según el estatal Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) es de 9.8 por ciento, pero esa medición es cuestionada por la oposición política y social desde 2007, cuando una intervención directa del gobierno desplazó a las autoridades de entonces. 

Datos que publican consultoras privadas, como el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina, vinculado a la CTA, ubican la inflación actual en torno a 22 por ciento anual. 

Esto generó una aceleración de la puja salarial entre empresarios y los trabajadores que pugnan por aumentar sus ingresos de manera de mantenerlos actualizados frente al incremento de los precios de la canasta básica. 

Divisiones de fondo en sindicatos argentinos(2)



Pero, a su vez, la actividad económica está ralentizada. En 2011, el crecimiento del producto interno bruto fue de 8.7 por ciento, pero las proyecciones para este año son de entre tres y cinco por ciento. 

Esta desaceleración y el alza de precios generan inquietud en ámbitos laborales vinculados a la exportación, como la industria automotriz o la textil, donde ya se registraron suspensiones de la plantilla laboral y caída en las expectativas empresarias de nuevas contrataciones. También recrudeció el conflicto de los empleados estatales con su empleador, debido a las dificultades fiscales en algunos distritos, como el de la oriental provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, donde están en huelga maestros, funcionarios del Poder Judicial, médicos y otros servidores públicos. 

Kritz advirtió que la división sindical no conviene a nadie. "Las empresas también prefieren negociar con una central única. Pero acá hubo un proceso de división que fue creciendo y terminamos ahora con cinco centrales sindicales", dijo.
Si bien las negociaciones salariales en Argentina las lleva cada sindicato en particular por actividad, sin importar a qué central está afiliado, la CGT es la única que puede discutir el salario mínimo oficial con la representación patronal y el gobierno. A partir de ese sueldo básico se hacen las tratativas en la industria privada. 

El dirigente de los camioneros, Hugo Moyano, fue reelegido el jueves 12 como máximo dirigente de la CGT, pero en el marco de un congreso impugnado por el Ministerio de Trabajo y al que faltó una nutrida masa de delegados sindicales, muchos de ellos de suma importancia por su representatividad. 

Moyano fue elegido en 2004 y en 2008, en momentos en que se manifestaba conforme con las políticas del gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010, y luego de su esposa, Fernández. 

Pero en 2011, Moyano comenzó a distanciarse de este sector gobernante y perdió aliados suficientes para lograr un tercer período en la votación de este año de la CGT mayoritaria. 

Hace tres semanas, el dirigente camionero realizó un acto en la Plaza de Mayo, el paseo situado frente a la sede del gobierno, al cual muchos delegados de la central optaron por no asistir en rechazo a su postura opositora a Fernández. No obstante, Moyano logró ser reelegido en un congreso sin rivales y con la notoria ausencia de delegados de al menos 100 sindicatos. 

El grupo de sindicatos ausentes ya había decidido el 10 de Julio convocar a un comité de la CGT para agosto y a elecciones para renovar la dirigencia para el 3 de octubre. 

Este grupo está encabezado por el líder metalúrgico Antonio Caló, favorito para ser elegido como secretario general de la nueva facción de la CGT. 

A estos dos sectores enfrentados se debe añadir un tercero, encabezado por el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, quien se enfrentó a Moyano en la anterior elección de la CGT en 2008. 

Barrionuevo se negó a competir con Moyano en esa oportunidad y creó la llamada CGT Azul y Blanco, que agrupa a un tercer abanico de sindicatos y que subsiste sin mayor gravitación en las discusiones con las patronales. 

Las tres CGT reúnen a trabajadores que están en la economía formal, y por lo tanto registrados, con aportes a la seguridad social. En cambio, hay más de 30 por ciento de activos que se desempeñan fuera de ese mercado en condiciones precarias. 

A pesar de sus reiterados reclamos ante la Organización Internacional del Trabajo, la CTA no tiene representación sindical por la existencia de una ley que impide la existencia de más de una central. 

La CTA se diferencia de la CGT porque permite la libre afiliación y la elección directa de delegados. En cambio, la CGT exige que el trabajador se afilie a un solo sindicato que es el que reconoce la central por rama de actividad. 

Otra diferencia es que solo la CTA acepta en sus filas a los trabajadores desocupados, que en los años 90 sumaron cientos de miles, a precarios y a los jubilados. 

La CTA se fracturó tras una reñida votación entre dos candidatos. Ambos se adjudicaron el triunfo y es la justicia la que aún debe dirimir esa cuestión. Un sector acompaña las políticas de gobierno y el otro se opone.

domingo, 1 de julio de 2012

América Latina aún es la región más desigual(1)



Las políticas económicas convencionales están teniendo un enorme costo ambiental y social, insostenible en el corto plazo, por lo cual el planeta necesita un cambio urgente en su enfoque de desarrollo.

Así lo alerta el último Informe de Desarrollo Humano, divulgado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

El llamado cobra vital importancia de cara a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, que se realizó del 20 al 22 de junio en Río de Janeiro y conocida como Río+20. 

"El enfoque de desarrollo no debe basarse en la maximización
del crecimiento económico, sino que tiene que contemplar también las dimensiones de equidad y de sostenibilidad", insistió la coordinadora residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Uruguay, Susan McDade. 

El Informe subraya que el modelo de desarrollo predominante "hace caso omiso de los impactos ambientales y las externalidades de la actividad económica". 

"Esto ha resultado ser así tanto en un sistema centralizado y controlado (la hoy desaparecida Unión Soviética), en una economía socialista liberalizada (
China en los años 90) y en economías de mercado relativamente libres (Australia y Estados Unidos durante gran parte del siglo XX)", añade. 

"Seguir haciendo las cosas
como siempre no es ni sostenible ni equitativo, pero los intentos por avanzar se enfrentan a restricciones en el ámbito de la economía política", indica el estudio. 

Por eso, el PNUD este año pone énfasis en dos elementos básicos: sostenibilidad y equidad.

"Hay dos ejes igual de importantes, uno es la sostenibilidad, en términos de recursos naturales y capital natural que
usa un país, y el otro es cómo se distribuye la riqueza, porque puede tener un producto interno bruto alto, pero si está concentrado en cinco por ciento de la población, el país va a estar mal", señaló McDade. 

Incluso los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el siglo, o Metas del Milenio manejan algunas exclusivamente económicas que no permiten ver claramente la realidad, dijo la funcionaria. 

Por ejemplo, "la primera Meta del Milenio, sobre reducción de la pobreza, ha sido muy debatida a nivel mundial, porque justamente
usa solo el indicador de ingresos. Pero eso no te dice nada, porque con un dólar se puede comprar una manzana o un kilogramo de arroz, dependiendo de dónde estés", ejemplificó. 

Por su parte, Ana Agostino, analista del PNUD y autora de otro estudio enfocado en
Uruguay, también presentado oficialmente este viernes, llamó a "tomar distancia de la concepción del desarrollo solo como crecimiento económico". 

"El desarrollo humano y el desarrollo sostenible necesariamente van juntos, y si no es sostenible, entonces no es real", sostuvo. 

El PNUD también hace mención en su informe sobre las amenazas
del recalentamiento planetario, y señala que la falta de conciencia en la población y los escollos impuestos por el poder político dificultan la toma de acciones contra el fenómeno. 

América Latina aún es la región más desigual(2)




"Uno de los principales obstáculos a la hora de tomar medidas públicas para hacer frente a los problemas ambientales es la falta de conciencia", afirma. 

"Alrededor de la tercera parte de los habitantes
del mundo parecen desconocer el problema del cambio climático, y solo la mitad lo considera una amenaza grave o sabe que es provocado, al menos en parte, por la actividad humana", añade. 

Además, indica: "Nuestra incapacidad colectiva de emprender acciones también refleja la complejidad de la arena política y el poder de grupos que se oponen al cambio". 

La desigual América Latina 

El informe del PNUD incluye su habitual Índice de Desarrollo Humano, realizado desde 1990. En esta oportunidad son varios los países de América
Latina que avanzaron varios puestos respecto de la medición anterior, aunque la región sigue siendo la que presenta mayor desigualdad del mundo. 

Chile y Argentina pasaron a integrar por primera vez el grupo de naciones con "desarrollo humano muy alto", ubicándose en los lugares 44 y 45 respectivamente, mientras que Uruguay se colocó al tope de los países con "desarrollo humano alto", en el puesto 48. 

Los demás países latinoamericanos se ubicaron en el siguiente orden: Cuba (51), México (57), Panamá (58), Costa Rica (69), Venezuela (73), Perú (80), Ecuador (83), Brasil (84), Colombia (87), República Dominicana (98), El Salvador (105), Paraguay (107), Bolivia (108), Nicaragua (129) y Guatemala (131). 

El índice está encabezado por Noruega, seguido de Australia, Holanda, Estados Unidos, Nueva Zelandia, Canadá, Irlanda, Liechtenstein, Alemania y Suecia. 

La agencia de la ONU, en su esfuerzo por promover un enfoque de desarrollo que considere todas las dimensiones, no solo la económica, introdujo este año además un Índice de Desarrollo Humano ajustado por la variable de la desigualdad, analizando el conjunto de la población, y no solo el promedio, según esperanza de vida al nacer, educación e ingresos. 

Cuando se introduce esta variable, los países latinoamericanos
caen varios puestos: Chile pierde 11 lugares, Argentina 13, Uruguay siete, México y Panamá 15, y Brasil 13. Esto confirma la gran inequidad existente en la región, que es la mayor del mundo. 

En el material complementario presentado en
Montevideo, titulado "Uruguay: sustentabilidad y equidad", se alerta que este pequeño país sudamericano carece de un modelo de desarrollo que considere sus implicaciones ambientales. 

Aunque Uruguay ha logrado mejoras importantes en el campo social, con una importante reducción de la pobreza, la indigencia y el desempleo, no ha integrado aún plenamente el ambiente a su agenda, señaló Agostino. 

Este país, con 3.3 millones de habitantes, aún se caracteriza por una alta concentración de la tierra, una fuerte dependencia de los recursos naturales y una gran presión sobre los ecosistemas costeros. 

Uruguay tiene la huella ecológica más alta de América Latina, esto es, la superficie terrestre y marítima que un país necesita para producir los recursos que consume y absorber los desechos que genera. 

Además, presenta uno de los porcentajes más altos de especies amenazadas de la región (12%) y una de las mayores tasas en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero por habitante (8.1%) por metro cúbico, debido al metano liberado en la producción agropecuaria. 

Argentina aims to embrace transgenic seeds(1)



Researchers in Argentina have isolated a sunflower gene and implanted it into corn, wheat and soybean seeds to make them more resistant to drought and soil salinity, problems increasingly faced by this South American agricultural powerhouse as a result of global warming.

The discovery was made by a team of researchers led by molecular biologist Raquel Chan of the Agrobiotechnology Institute of the Littoral, created by the National Scientific and Technical Research Council (CONICET) and the public National University of the Littoral, in the northeastern Argentine province of Santa Fe. 

The researchers isolated one of the 50,000 genes that make up the structure of the sunflower, known as HAHB4, which helps it to endure water shortages. They introduced the gene into wheat, corn and soybean species, then carried out three years of field testing in different regions of the country with varying climates and soils. 

Chan pointed out that the genetic trait introduced in the laboratory can be combined with others, such as the resistance to herbicides already programmed into numerous genetically modified crops. 

There are other benefits as well. "Not only are the improved plants drought-resistant and salt-resistant, but their productivity is significantly increased," which is the most novel feature of the discovery, Chan said. 

Yields are between 15 and 100 percent higher, depending on the quality of the crop, the region where it is planted and the climatic conditions. In no cases did yields decrease. 

Although there are other examples in the scientific literature of plant species that are improved to better tolerate water stress, there have been no drought-resistant seeds on the market up until now, said Chan. 

This is because the test results published by scientific institutions reveal that other drought-resistant plant varieties provide smaller yields when rainfall occurs. They are only productive when there is a shortage or lack of water, explained Chan. 

But the new seeds do not suffer from this shortcoming, she stressed. "The plants demonstrated that productivity increases even in normal climate conditions, with more frequent rains." 

HAHB4, patented on behalf of the university and CONICET, was presented in late February, and its use and exploitation have been licensed for 20 years to the Argentine company Bioceres, which is co-owned by more than 230 agricultural producers. 

Bioceres formed a partnership with the
U.S. company Arcadia Biosciences to create Verdeca, the brand under which the new seeds will be sold on the international market. 

Before they are released on the market, however, the seeds must still undergo a series of tests to determine their effects on the environment and nutritional value, as well as their levels of toxicity. This process will take between two and three years. 

HAHB4 is an important discovery because it will help the agricultural sector in
Argentina confront some of the most detrimental impacts of climate change, commented Graciela Magrin, a leading specialist in agriculture and climate change from the Climate and Water Institute. 

As a result of global warming, experts predict "an increase in the intensity and frequency of extreme weather events like droughts," Magrin said. 

The institute where she works forms part of the National Agricultural Technology Institute (INTA), a government agency that studies the impact of climate conditions on agricultural production and means of adaptation. 

Climate scenarios for
Argentina foresee periods of heavy precipitation concentrated in short periods of time, and longer lapses of water shortages, said Magrin. 

The lack of rain during this Southern hemisphere summer, now drawing to an end, heavily impacted the cereals harvest, which was expected to total some 111 million tons, but will likely not reach 100 million tons. Losses were especially marked in corn production. 

The 2008-2009 drought, the most severe in 100 years, led agricultural production to shrink by 37 percent. 

Argentina aims to embrace transgenic seeds (2)



Natural climate variability and extreme events, like shortages or excesses of water, frosts, severe storms and hail, have been observed with greater frequency and intensity in recent years, according to INTA studies. 

In addition, there are recurring periods of insufficient or excess rainfall associated with the cold phases (La Niña) and warm phases (El Niño) of the Southern Oscillation, a global climate phenomenon marked by changes in Pacific Ocean surface temperatures and air pressure. 

This is why the experts at INTA recommend crop management strategies that address these challenges and the development of more resilient species and varieties. 

Magrin noted that when water becomes more scarce, the salinity of soils can increase, which makes the salt-resistant quality of HAHB4 especially welcome. 

In fact, 75 percent of
Argentina’s territory is drylands, with arid, semi-arid or dry sub-humid soils that are more prone to degradation and, eventually, desertification. 

INTA warns of growing desertification in the southern region of
Patagonia and serious threats to the southwest area of the western province of Buenos Aires. 

But drylands are not barren. Half of the country’s crops are produced in these ecosystems, according to the Land Degradation Assessment in Drylands (LADA) study conducted in
Argentina and published in late 2011. Nevertheless, careful management is needed. 

Improved seed varieties can help agriculture better adapt to this scenario. Testing in dryland areas in the provinces of Chaco, in northeast Argentina, and San Luis, in the midwest, resulted in good yields, said Chan. 

Environmental organizations are not as enthusiastic about these genetically modified seeds. The Argentine branch of Greenpeace is worried that they could fuel a new advance by agroindustry on the country’s forests.
Argentina has already lost 70 percent of its original forest cover. 

"Unless a policy is adopted to completely prohibit forest clearing, these transgenic seeds could mean the end of the last native forests," Hernán Giardini, coordinator of the Greenpeace Argentina forests campaign, said in a press release.  

For the leader of the research team that developed the seeds, protection of the environment is an admirable pursuit, but it must be combined with the increase in food production needed in the world today. 

"We are molecular biologists and our challenge is to produce more on fewer hectares of land," said Chan. "It is not up to us to decide how far the planting of these crops should expand. That is up to the government."  

For her part, Magrin stressed that this new development will require "very strict land zoning regulations that define where crops can be expanded and where they pose a risk."