sábado, 29 de diciembre de 2012

Cambio de Medical a HMOs pospone servicios médicos



Por Alfredo Santana

Mi hermana Olympia, quién vive con una discapacidad congénita importante, ha navegado una maraña corporativa y burocrática después que el gobierno federal ordenó al estado de California a cambiar su cobertura médica pública, o Medical  hacia proveedores de servicios privados, o HMOs, en detrimento de su frágil salud.

Y ahora yo tendré que respaldarla, con un poder legal para asuntos médicos en una posible demanda  para que la devuelvan al Medical, ya que ese sistema la autorizaba el acceso a especialistas sin tantos pasos de pre-aprobación y con mucho menos tiempo gastado.

Olympia vive con Osteogénesis Imperfecta, condición que debilita sus huesos por falta de buen colágeno, sustancia que trabaja como pegamento entre los tejidos óseos y ligamentos para fortalecer el esqueleto humano. Al tener una deficiencia en la creación de colágeno, personas como Olympia sufren de huesos que fácilmente se fracturan.

“Yo ya no quiero lidiar con abogados y asuntos de mi salud en las cortes”, me dijo Olympia. “Me siento cansada, y estas cosas me cansan demasiado, y yo ya tengo demasiados asuntos por los que preocuparme.”

Conforme pasa el tiempo,  ella tiene 45 años,  las necesidades de aparatos y ajustes ortopédicos varían, y cualquier modificación a aparatos y fajas actuales deben ser revisadas y rediseñadas por especialistas, cuyos servicios antes eran cubiertos y aprobados por el Medical en semanas.

Estos servicios,o referencia médica eran ordenadas por su médico especialista en Osteogénesis Imperfecta, quién igual trabajaba en un hospital independiente. Pero fue cuando  las compañías privadas empezaron a hacerse cargo de los costos por proveer estos servicios, que empezaron a limitar los nosocomios a los que puede asistir, inclusive en casos de emergencia, a pesar que el gobierno de California sigue pagandoles por la cobertura médica.

Olympia mencionó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de California no le notificó del cambio hacia el HMO, lo que contradice el mandato del plan popularmente conocido como Obamacare. Ella solicitó al gobierno se le reinstalara el Medical, y su petición fue negada.

“Supuestamente el Affordable Care Act permite a los beneficiarios a optar por el plan médico que mejor les sirva, y en California a mi me lo negaron. Ya apelé la decisión y tuve una audiencia con un juez. Me dijo que en un par de meses habrá otra para continuar o decider el caso”, dijo ella.

El actual HMO no ha autorizado la visita al especialista de la espalda, y mi hermana está desesperandose, ya que sufre de constantes dolores lumbares.
 
Según el sitio www.disabilitydataplanning.com, en California existen 2.372,920 adultos con disabilidades, quienes podrían experimentar problemas similares, y en el condado de Los Angeles viven 566,040 adultos.

La cobertura médica de todos será afectada de alguna forma por las regulaciones del plan federal Affordable Care Act aprobado en el 2011, cuyos mandatos totales entraran en vigor en el 2014, los que buscan acelerar el cambio de cobertura pública a privadas usando finanzas de los gobiernos estatales quienes reciben fondos de la autoridad federal.

 “Ahora cualquier visita con un especialista se toma meses para aprobarse. Llamé a una empleada del HMO actual para explicarle mi necesidad de ir con un especialista de la espalda, y tuve que explicarle varias veces de mi condición para que entendiera porque necesito ese especialista, a pesar de que la doctora de Osteogénesis Imperfecta autorizó por escrito esa visita”, mencionó Olympia. “ Y mientras tanto mi salud empeora y aún no me autorizan a ver el especialista de la espalda”.




martes, 25 de diciembre de 2012

Christmas in the north, looking south


Candlelight flickers and lights 
the shadow of my father's picture
Guitar perched onto his arms 
On a frosty and windy Christmas night

Memories rush about seasons together
My mind freezes with nostalgic pain
I think about his little old town house
A country home he'd never forget. 

I pledge and pray to continue
The work he left behind
My brother and I would agree
To keep his lifelines alive.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Indocumentados esperan buenas noticias en 2013(1)



By Alfredo Santana

La navidad y el arribo del 2013 traerá consigo renovados brios para inmigrantes y ciudadanos de los Estados Unidos, el nuevo acuerdo fiscal que se espera se logre antes del 1 de Enero, y esperanza para personas como José Domingo, un indocumentado que lleva años sin ver  a su esposa e hijos, quienes viven en Tijuana.

Domingo trabaja en el campo de la construcción y renovacion de viviendas en Los Angeles desde el 2003, y conduce camionetas para cargar materiales como maderas, sacos de cemento, varillas, muebles de cocina, azulejos y otros, aún sin tener licencia de manejo.  

Espera que el presidente Obama cumpla su palabra y comience a trabajar con el Congreso estadounidense  un plan migratorio para personas como él, después de solventar el “abismo fiscal”, situación que amenaza con aumentar los impuestos de todas las personas en este país el primer día del 2013.

Yo conocí a Domingo en el 2009, cuando cuando empezó a construir un cuarto bodega en la parte posterior de la casa de mi madre, para luego reconstruir el balcón frontal, y después rehacer la habitación de mi hermana Olympia. 

Datos del Departamento de Seguridad Nacional indican que viven en este país unas 13 millones de personas indocumentadas, 11 millones de ellos migrantes de México.

El diario The Los Angeles Times publicó una historia el 7 de diciembre, donde indica que la administración Obama planea lanzar una campaña en enero para legalizar a miles de indocumentados,  con posibles preferencias para personas que tengan estudios de preparatoria, o en universidades del país.

El reportaje menciona que los repúblicanos en el congreso favorecen medidas que facilite la migración permanente  de estudiantes  que viajaron visados con ese propósito, ya que al termino de sus estudios universitarios se devuelven a sus paises de origen. 

Hace unas semanas, Domingo me visitó en la casa de mi madre, y me contó que su camioneta anterior, una Ford F150 del año 1999, le fue decomisada en un camino de las Montañas Big Bear, al norte de Los Ángeles, después que un policía de caminos lo detuvo por cargar varillas que colgaban fuera de la cama del automóvil, sin tener una pañoleta o bandera roja amarrada para alertar a los demás autos.

Domingo, un ciudadano de México,  iba a trabajar a una casa que está construyendo en las entrañas de las montañas, y tuvo que vaciar sus materiales a un lado de la carretera antes que la policías se llevaran remolcada en grúa su camioneta.

“Los policías acá en California, y en Estados Unidos no te paran por ser latino, o tener la piel morena”, dijo Domingo, quién ya había sufrido el decomiso de su troca dos veces por no traer licencia de conductor. “Sólo te detienen cuando cometes una infracción vehicular. Te lo digo porque ellos me han detenido antes, me explican lo sucedido, y resulta que es cierto”.

Pero si Domingo tuviera documentos de residencia, igualmente tendría acceso a una licencia del Departamento de Motores y Vehículos de California. Al manejar sin ella, personas como él se arriesgan a que les decomisen sus carros, según el Código Vehicular del estado.

 Esta vez optó por dejarla en el estacionamiento del Highway Patrol  y no pagar cerca de $2,000 dólares para recuperarla, ya que dijo “estaba maltratada, y tenía muchas millas de trabajo”. 

Indocumentados esperan buenas noticias en 2013(2)



Domingo dice comprender las prioridades del presidente y los gobernantes de Estados Unidos, pero se queja que personas como él contribuyen mucho con su trabajo y conocimientos para el país, ganan poco comparado a los constructores certificados, y mantienen competitivo el campo con salarios accesibles para personas que tienen casa, pero que han perdido sus trabajos, o a duras penas tienen para pagar la hipoteca, o darle mantenimiento.
  
Menciona  el único delito de él, y de miles de personas que trabajan en el campo es no tener documentos ni licencia de manejo.

Domingo no ha visto a su familia desde que comenzo a trabajar en Los Ángeles, y les envía dinero para cubrir los gastos de sus dos niñas, de su esposa y de un par de casas al otro lado de la frontera .
“Mira Alfredo, yo no bebo, trato de no desvelarme, y no me paso con, o ando buscando mujeres acá. Tengo responsabilidades, y trato de lograr mi trabajo lo mejor posible”, enfatizó Domigo, mientras fumaba un cigarillo.

Ahora conduce una camioneta Nissan Titan 2012, la que compró a crédito por unos $25,000 dólares a pagar en sesenta meses, y dice tenerla asegurada en caso de “tener un accidente, se la roben”, o verse envuelto en problemas vehiculares.

Su salario varía conforme la dificultad del trabajo, y a pesar de que la economía aún experimenta la Gran Depresión, este año dijo ganar de entre $1,900 y hasta cerca de $4,000 por mes. Tiene que pagar rentas de unos $1,150 dolares al mes, las mensualidades de su camioneta y alimentos, y envíar remesas familiares.

“Me comunico con mi esposa y con mis niñas todas las semanas. Me gustaría estar con ellas, pero por lo menos ellas están cerca, en la frontera”, dijo Domingo. “Ojalá el Año Nuevo traiga buenas noticias para nosotros en inmigración, porque creo ya es tiempo de hacer un poco de justicia”.