domingo, 18 de diciembre de 2011

Argentina muestra como salir del fondo(2)


Si bien hay hoy estabilidad, muchos jóvenes se suman a la militancia política y la satisfacción es mayoritaria como quedó demostrado en la reelección en octubre de la presidenta Fernández, con 54 por ciento de los votos, las demandas de democracia directa y mayor participación siguieron de largo, sostuvo.

No obstante, esa rebelión subsiste, según Giarraca, y se expresa en asambleas de vecinos de provincias del interior del país que reclaman contra la instalación de industrias extractivas que contaminan el ambiente sin dejar ningún beneficio a la población.

En países industrializados, la crisis derivada de un endeudamiento insostenible está siendo atacada por la dirigencia política y económica con una profundización de los recortes fiscales y de beneficios sociales, lo cual deriva en un creciente malestar social.

Movimientos como el de los "indignados" o 15 de Mayo (15M), nacido en España y desparramado por el resto de Europa, o el Ocupa, en Estados Unidos y Canadá, evocan los días trágicos de las protestas callejeras en Argentina, que también reconocían una convocatoria espontánea, por fuera de cualquier organización política o social.
"Hay algo de ese hartazgo que vivimos en 2001 que hoy se expresa en Europa. Los estados de bienestar de los años 70 fueron desapareciendo y la cultura del capitalismo neoliberal impregnó todos los aspectos de la vida", reflexionó la experta.

En este sentido, también se expresó el economista Julio Gambina, presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, que integra el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y de la organización ATTAC Argentina.

Para Gambina, la crisis de 2001 "es un espejo en el que debe mirarse Europa". "Argentina llegó a esa situación explosiva por las políticas de liberalización, privatización y ajuste que hoy recomiendan el FMI y el Banco Central Europeo".

Según recordó el economista, la crisis se zanjó en este país mediante "un relanzamiento del capitalismo" en dos instancias: la suspensión de pagos de la deuda, por un lado, y la devaluación de la moneda, que permitió que las exportaciones ganasen competitividad.

Eventualmente, "el capitalismo en Argentina recompuso su capacidad de funcionamiento y de acumulación de ganancias, y los indicadores sociales mejoraron, aunque sin alcanzar los niveles de la décadas del 60 y 70, previos a la implantación de políticas neoliberales" o capitalismo salvaje.

Este esquema de superación de la crisis, recomendado para Europa por economistas como Joseph Stiglitz, exdirector del Banco Mundial y ganador del Premio Nobel de Economía en 2001, "es un modelo no tan fácil de imitar", según Gambina, y no sólo por las restricciones que impone el euro como moneda única de muchos países europeos.

"No es tan sencillo, porque aun si se pudiera volver a las monedas nacionales y devaluar, países como Grecia o España no tienen la diversidad de recursos naturales para exportar que tiene América Latina", advirtió Gambina.

Según su lectura, Europa debería mirar el proceso que está haciendo nuestra región que, a nivel político procura liberarse de la hegemonía de Estados Unidos con sus nuevas instancias de integración sin incluir a ese país y Canadá, como es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, creada este mes de diciembre.

"Europa tendría que pensar la forma de reconstruirse sin la hegemonía de Alemania y Francia", que estarían, según Gambina, conduciendo a esa región a una profundización del ajuste social y el malestar de crecientes sectores de la población.

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