viernes, 20 de febrero de 2009

En busqueda de una prótesis en Tepic (1)


Por Alfredo Santana

Juan Carlos Zepeda Díaz brinca con su pierna derecha adonde quiera que va en Tepic, Nayarit. Lo ha hecho desde los cuatro años y medio, cuando al meterse por debajo de una vía de trenes al buscar una pelota de fútbol, comenzaron a moverse tres máquinas de tren y 10 vagones.

Ellas le amputaron su brazo y pierna izquierdos. El estuvo despierto durante el episodio, con los ojos abiertos sin poder moverse por el horror que vivía.
Juan Carlos, un estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit, en el occidente de México, vive hacia el fondo de una barranca en la parte noreste de Tepic, ciudad ubicada a unos 450 kilómetros al oeste de Guadalajara.

Allí habita una casa de un cuarto construida de ladrillo rojo cocido sin enjarrar. Vive acompañado de su sobrino Luis, quien estudia la preparatoria. Juan Carlos tiene 37 años, y anda buscando la manera de conseguir fondos para comprar una nueva prótesis para su pierna.

Con un salario de $580 pesos mexicanos a la semana (unos 49 dólares), Juan Carlos tiene que pagar luz y gas, comprar comida para dos, y cumplir con gastos de transportación de el y su sobrino al trabajo y a la escuela. Actualmente Juan Carlos trabaja como velador de un sitio de carros confiscados por el Departamento de Tránsito de Nayarit, y por policías locales. Una prótesis nueva cuesta alrededor de $80 mil pesos, unos 6,200 dólares.

Esta duraria en buen estado unos cinco años. Posteriormente necesitaria mantenimiento cada seis meses con un costo de 1,000 a 1,200 dólares.

“Antes trabajaba en dos casinos, llamado Casino Español y Real Kora. Trapeaba, barría, checaba boletos, etc.” dice Juan Carlos. “Después me fuí a Servigrúas de Nayarit, y trabaje como ayudante de laminero y removía las capas de pintura de los carros. Fuí ayudante de chofer y amarraba los carros a las cadenas y los guiaba a las camas de las grúas”.

El trabajo 11 años en Servigrúas de Nayarit. Lleva cuatro en el lugar popularmente conocido como “Corralón de Tepic”. Aqui trabaja los fines de semana hasta por 36 horas consecutivas, y durante los días que no tiene que asistir a la universidad.

Juan Carlos pertenece a la generación 2004-2009 de la facultad de derecho. Su fiesta de graduación se realizó el diciembre pasado. Pero no pudo terminar sus estudios a tiempo, ya que cuando inició sus estudios, un consejero de la universidad no le mencionó que debía de llevar una clase llamada Desarrollo económico del mundo.

Esta situación le atrasó al menos un semestre su trabajo de tesis, o práctica profesional. También le hace falta un año de servicio social, que según dice Juan Carlos lo piensa lograr en algún tribunal de Tepic. El va a la escuela los lunes de 8 a 9 a.m., y los miércoles de 6 a 8 p.m.

Es el unico discapacitado que se ha graduado de la escuela de derecho en al menos 20 años.

Hace siete años, alguien le ayudo a obtener una prótesis para su pierna. El organismo sin fines de lucro Fundación Teletón, cuya red de asistencia a discapacitados cuenta con 13 centros a través de varias ciudades mexicanas, le consiguió una prótesis para caminar. La Fundación Teletón es asesorada por un patronato de magnates corporativos que, entre otros, incluye a Emilio Azcárraga Jean, presidente executivo del gigante de las comunicaciones azteca Televisa, y Carlos Slim Domit, propietario de Teléfonos de México (TelMex). Slim Domit es el hombre mas rico del mundo.

Juan Carlos obtuvo una pierna movible compuesta de hule, aluminio y otras partes especiales. Esta la utilizó unos cinco años, sin tener que recomponerla. A pesar de tener una para el brazo, el dice no necesitarla.

De ahí en adelante, el Teletón lo ignoró.

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