viernes, 26 de diciembre de 2008

Organismos buscan fondos para menores en Argentina


Miles de personas adultas marcharon recientemente por las calles de Buenos Aires para pedir medidas que pongan fin a la desnutrición de infantes, adolescentes y al hambre.

Sindicalistas, estudiates y activistas sociales y de derechos humanos marcharon junto a miembros de la Fundación Pelota de Trapo, la que provee trabajos, talleres educativos y busca hogares para menores de edad.

Bajo la consigna “El hambre es un crímen”, Victor de Genaro, el secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) se unió a jóvenes y adultos en la céntrica Plaza de Mayo, frente a la sede de la Presidencia.

Los manifestates pidieron una asignación universal para todos los menores de 18 años, por lo menos 13 millones de personas, de una población que ronda en los 40 millones de habitantes. Cifras públicas indican que el 56 de los menores de 18 años son pobres.

De Genaro dijo que esa asignación, llamada salario familiar, la perciben hoy los padres con ingresos en blanco. El 55% de la población laboralmente activa trabaja en el sector formal de la economía, y recibe un subsidio por cada hijo o hija menor de 18 años.

La CTA ha reclamado desde los años 90 este subsidio. El partido centroizquierdista Coalición Cívica incluyó en su plataforma la medida por considerar que se trata de un derecho, y con el se pueden evitar corruptelas.

El organismo sindical propuso que el Estado ordene una suspensión de los despidos por unos 180 días, en el marco de la desaceleración económica nacional, provocada por los problemas financieros internacionales.

La CTA también propuso crear un subsidio universal de 300 pesos, cerca de 90 dólares, para cada persona menor de 18 años. Esto permitiría que los hijos de desempleados y trabajadores informales tuvieran un ingreso, así como los hijos cuyos padres estan empleados, bajo el concepto de un “derecho universal”.

La presidenta Cristina Fernández anunció en las últimas semans un serie de medidas para fomentar el consumo de bienes duraderos, como créditos especiales para la compra de automóviles o para adquirir paquetes turísticos. Estas medidas van encaminadas para las clases medias y altas.

Fernández también busca atraer capitales que han ido a parar al extranjero en manos de argentinos. Dijo que esos capitales serían gravados con solo un uno por ciento, si se destinan a la compra de bienes raíces. También anunció un plan para eliminar impuestos a los sueldos mensuales arriba de 7,000 pesos, unos 1,600 dólares.

Sin embargo, entre esas medidas, que incluyen programas de inversiones en obras públicas, no se contempló un subsidio universal, o alguna transferencia de ingresos a los sectores de menores recursos.

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