viernes, 17 de octubre de 2014

Coctel de violencia, pobreza y narcos en México(2)

Interior de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero.
Ayotzinapa, página 2
“Fueron creadas para eso, para hacer trabajo político y de conciencia. Son jóvenes muy independientes (en comparación con las normales urbanas) y con una disciplina muy rígida”, explicó Sandoval, para quien las normales “han sido la piedra en el zapato de los gobiernos”.
De las 46 normales rurales originales, solo quedan 15. La mitad fueron cerradas después del movimiento estudiantil de 1968 por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Las que quedan libran una continua batalla desde 1999 para que no las reconviertan en escuelas técnicas. Pero los gobiernos estadales las han asfixiado económicamente, con el argumento de que en el país no se necesitan más maestros de primaria, porque la dinámica poblacional redujo la matrícula.
Como consecuencia, son recurrentes en estas escuelas los incendios u otros incidentes por la precariedad de las instalaciones. En 2008, por ejemplo, el fuego desatado por un cortocircuito en la primera escuela rural en su tipo en América Latina, la Normal Rural Vasco de Quiroga, en el noroccidental estado de Michoacán,  ocasionó la muerte de dos estudiantes.
“Lo que puedo decir es que en las zonas más alejadas hacen falta maestros. Hay comunidades que se quedan sin maestros muchos meses. En algunos lugares los cubre un ‘no maestro’ que trabaja temporalmente en las escuelas, pero sin plaza ni contrato”, afirmó Sandoval.
La masacre de los normalistas de Ayotzinapa, que ha puesto a prueba la política de derechos humanos del presidente Enrique Peña Nieto, encontró un caldo de cultivo en la tensión que provocaron los intentos de los últimos gobiernos por eliminar la escuela.
En enero de 2007, el entonces gobernador Zeferino Torreblanca intentó reducir su matrícula estudiantil y declaró que el objetivo de su gobierno era acabar con la “alumnocracia”. En noviembre de ese año, los estudiantes fueron reprimidos por los policías antimotines por manifestarse ante el Congreso legislativo estadal.
El 12 de diciembre de 2011, la policía asesinó a dos normalistas: Gabriel Echeverría de Jesús, quien estudiaba educación física, y Jorge Alexis Herrera Pino, que cursaba educación primaria.
Ambos participaban en el bloqueo de una carretera, en protesta por la reducción del presupuesto de la escuela. También fue herido gravemente Édgar David Espíritu Olmedo, mientras 24 estudiantes más resultaron heridos y golpeados.
“Ayotzinapa está de pie. Se levantó en movimiento para luchar y exigir justicia. La excelencia académica que buscamos no puede estar condicionada a la sumisión política”, afirmó entonces en un comunicado la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.
No hubo sanción para los responsables de las muertes.
Casi tres años después, cuando se preparaban para viajar a Ciudad de México, a fin de asistir a la conmemoración del aniversario de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, los normalistas fueron emboscados por policías municipales y los detenidos, según las investigaciones y los testimonios, entregados a un grupo criminal para el que trabajaba el alcalde.
Hasta ahora,  43 normalistas siguen desaparecidos.

Ejemplos de enfrentamientos y acosos 
~Tres años después de que los pobladores amenazaran con quemar vivos a los policías que intentaron desalojar la Normal Rural Luis Villarreal, en Hidalgo, los normalistas perdieron el sistema de internado y aceptaron un “receso” en las inscripciones. En 2005, donde estuvo la escuela se inauguró una universidad politécnica. Un artífice del desmantelamiento fue el exgobernador Miguel Ángel Osorio Chong, actual secretario (ministro) de Gobernación.
~En 2007, el entonces gobernador panista del estado de Jalisco, Emilio González Márquez, entregó 5.2 millones de dólares, equivalentes a 10 años de presupuesto de la Normal Rural Miguel Hidalgo, a Televisa, el gigante de medios mexicano, para organizar un encuentro estudiantil, justo cuando el deterioro de las instalaciones eléctricas del internado provocó un incendio en la escuela. Ante las protestas, Alejandra Javier Jacuinde, quien era directora general de Normales de la Secretaría de Educación de Jalisco, dijo que la formación de los alumnos ya no era “una obligación”.
~En septiembre de 2008, el entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, amagó con desaparecer la Normal Lázaro Cárdenas del Río. Un helicóptero de la Dirección de Seguridad Pública del estado sobrevoló la escuela con el objetivo para fotografiar y filmar la organización de los estudiantes y la Procuraduría de Justicia inició 14 averiguaciones contra los estudiantes que protestaban. Habitantes de cinco pueblos y una ciudad se movilizaron para defender a los jóvenes.




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