miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ernesto y su vida con OI en Los Angeles(1)


Por Alfredo Santana

Al cumplirse el cuarto aniversario de que mi hermano Ernesto nos dejó en esta tierra, he recolectado datos valiosos en relación al trabajo que el atendía, y estadisticas relacionadas con personas en los Estados Unidos que viven con Osteogénesis Imperfecta (OI).

Ernesto trabajó por varios años como tutor de inglés como segundo lenguaje, (ESL) en el Centro Educativo de la Comunidad, adjunto al colegio comunitario de la ciudad de Pasadena, o Pasadena City College. Si la memoria me es fiel, Ernesto comenzó su labor como instructor/tutor allá entre los años 1997 o 1998. En ese entonces, el trabajaba a veces dos, o hasta tres veces por semana, con horarios de entre cuatro, hasta seis horas por día.

La mayoría de estudiantes con quien Ernesto trabajaba eran inmigrantes. Ellos eran, y siguen siendo aún hoy, 2 de noviembre del 2011, jovenes que tienen poco tiempo de haber inmigrado a Estados Unidos, en concreto a la zona metropolitana de Los Angeles, y personas adultas, algunos de ellos con altos grados educativos provenientes de varias partes del mundo.

De estos migrantes profesionales que acudieron a la ayuda de Ernesto, se encontraron ingenieros civiles, contadores públicos de latinoamérica, algunos ex-miembros que tuvieron trabajos públicos en países del antiguo bloque socialista europeo, y otros de origenes africanos y de Asia.

Estudiantes de Vietnam, Rusia, México, Armenia, El Salvador, de sudamérica, Corea, y muchos otros se enrolaban en programas de ESL, y Ernesto les ayudaba con sus tareas, a trabajar en computadoras, y los aconsejaba en cuestiones de trámites escolares.

En varias ocasiones, él y yo platicamos sobre un caso en particular: un señor indocumentado de México que había estudiado, y trabajado en la ciudad de Monterrey como contador público, o arquitecto de naves industriales, para empresas ligadas al comercio global. Esta persona quería legalizar su residencia en los Estados Unidos, pero no podía, al no calificar por ninguna ley existente inmigratoria que se lo permitiera. Ernesto me contó que esta persona estudiaba en PCC, y trataba de revalidar algunas clases, para poder trabajar en lo que el sabía, de este lado.

Pero como tenía poco tiempo de haberse mudado a Los Angeles, pues necesitaba mejorar su inglés, en particular terminos técnicos aplicados a su campo, y modismos del lenguaje coloquial. Para mi es un misterio si esta persona vivía con familia acá, o llegó solo; igualmente desconozco los detalles del porque quizo emigrar. Solo Ernesto supo a fondo del caso.

Lo que si mencionó Ernesto fue que esta persona tenía ofertas de salarios muy buenos en Monterrey, salarios de varias decenas de miles de dólares. Al pasar algunos años sin poder lograr siquiera un avance en su situación migratoria, esta persona decidió volver a su país. Eso fue entre el 2003 y el 2005.


Cambios forzados
A partir del 2001, los horarios de trabajo de Ernesto fueron cambiando a medida que los fondos públicos destinados para la educación en California fueron disminuyendo. Igualmente, los salarios de mi hermano fueron recortados, en particular del 2000 al 2007. En tiempos mejores, especificamente durante los años de la presidencia de Bill Clinton, Ernesto llegó a ganar hasta $11 y $12 dólares por hora. Lo máximo que hizo en el 2007, fueron unos $8 por hora.

Igualmente, conforme los horarios de trabajo se redujeron, a la par de los salarios, los horarios fueron cambiando para mal. Ernesto comenzó trabajando por las mañanas y tardes. Los últimos días de trabajo que él sostuvo, tuvo que lograrlos los lunes, y otro día de la semana a designar, de entre 6 y 10 p.m. Mi hermano tenía que viajar en el tren de pasajeros subterraneo (subway), rumbo al trabajo, y de vuelta a casa.

Lo importante del caso es que durante todo el tiempo que Ernesto laboró para el Community Educational Center de PCC, el siempre estuvo estudiando, ya sea en PCC, o en el Departamento de Español en la universidad UCLA, ubicada al oeste de Los Angeles. En otras palabras, Ernesto tuvo trabajo de tiempo completo, entre el ser estudiante, y servir como tutor de ESL, y logró ganarse su salario dignamente, a pesar de la adversidad de la OI.

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