jueves, 17 de noviembre de 2011

Estrategias en Ciudad Juárez para evitar violencia(1))


Convocada por la Fundación Heinrich Böll, la periodista italiana María Ficara participa en un intercambio de experiencias con organizaciones de México, al igual que lo hace con Argentina, El Salvador y Guatemala, sobre acciones ciudadanas para la prevención de la violencia y la inseguridad.

La preocupación central de las comunidades mexicanas es cómo organizarse para afrontar la violencia derivada de la guerra contra los narcotraficantes y cómo contrarrestar los incentivos sociales y económicos que estos ofrecen, especialmente a los jóvenes.

"Hay que invertir en procesos de organización social y fortalecer los proyectos micro en los barrios", dijo Imelda Marrufo, fundadora y coordinadora de la Red Mesa de Mujeres en la norteña Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.

"Hemos copiado experiencias ciudadanas para hacer de Ciudad Juárez un lugar mejor", dijo, tras participar en México de un encuentro internacional para analizar el tema.

Ese colectivo, surgido a comienzos de los años 90 y que aglutina a 10 organizaciones, ha documentado casos de violencia contra las mujeres y otras violaciones a los derechos humanos en la zona de Juárez, considerada una de las más violentas del mundo.

El gobierno puso en marcha desde 2010 el proyecto "Todos somos Juárez", que incluye políticas de seguridad, salud, educación y desarrollo social, para disminuir los índices de violencia. Pero las organizaciones de la sociedad civil aseguran que esa iniciativa oficial no funciona.

Luego de asumir la Presidencia de México en diciembre de 2006, el conservador Felipe Calderón apeló a las Fuerzas Armadas para luchar contra el narcotráfico, campaña que dejó hasta ahora más de 50,000 asesinatos, según recuentos periodísticos, la mayoría de los cuales no están sujetos a investigación penal. Oficialmente se admiten 45,000 muertes, pero relacionadas con la guerra entre mafias.

De Europa a América
En 2006, la periodista Ficara convocó a estudiantes de 14 y 15 años para que aportaran relatos ficticios para un libro, con el objetivo de romper el silencio alrededor de la organización mafiosa N’drangheta, de la sureña región italiana de Calabria y una de las más poderosas de Europa.

"Los relatos nos dieron su percepción del grupo mafioso, y fue un éxito", dijo la reportera italiana, responsable de relaciones exteriores del Museo della N’drangheta, situado en la ciudad de Regio de Calabria.

El resultado fue la publicación "A mani libere" (Manos libres), editado por Ficara, basado en un proyecto piloto desarrollado en tres escuelas para fomentar la cultura de paz, la memoria y el reconocimiento a las víctimas de la violencia en la zona.

La N’drangheta tiene presencia en 30 países y es la organización que domina el tráfico de cocaína, negocio para el cual se ha aliado con el poderoso cartel mexicano de Sinaloa, dirigido por Joaquín "El Chapo" Guzmán y uno de los siete grupos que se disputan el comercio de drogas ilícitas hacia Estados Unidos.

"Hay que construir una ética ciudadana, que contagie a los jóvenes, a la sociedad, para deslegitimar la guerra y la violencia y enaltecer el valor de la vida", señaló Teresa Bernal, presidenta de la colombiana Red Nacional de Iniciativas por la Paz y contra la Guerra (Redepaz) y presente también en el foro internacional.

"Es necesario construir redes y alianzas y combinarlo con propuestas alternativas", sugirió.

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