domingo, 22 de marzo de 2009

Discapacitados en encrucijada laboral, educativa(2)


Los casos que atiende DSP&S son tan variados como los interéses de los estudiantes. Allí han atendido a padres solteros con trabajo, a quienes les recortaron sus horas. A matrimonios que tienen menos horas de trabajo, y menos paga. Inclusive a adultos casados que deciden regresar al colegio para mejorar sus aptitudes laborales.

“Estamos viendo los efectos devastadores de la economía en crisis. Estamos llenos de trabajo con los estudiantes como nunca antes”, afirma Scuderi. “Los trabajos que muchos estudiantes estan perdiendo son variados. No todos son mal pagados, o trabajos de principiantes”.

Entre esos trabajos se incluyen espcialistas en computadoras, agentes de bienes raices, programadores de computadoras, etc. Scuderi dice que vivir con el estatus de personas discapacitadas ha forzado a miles de individuos a lidiar con barreras sociales en contra para obtener buenos trabajos con paga digna. Cuando estos tiempos de recesión impactan a la población en general, los discapacitados enfrentan estas misfortunas un poco mejor psicologicamente, ya que sus oportunidades laborales y salarios han tendido a ser historicamente menos.

“Para empezar, los salarios de ellos son menores. Con un cese laboral, la cosa se complica. Ellos lo sufren mucho. En ésta coyuntura, la gente regular es impactada muchisimo. Muchos de nuestros estudiantes se las ingenian para trabajar en posiciones que son menos lucrativas”, dice Scuderi. “Es una situación ambigüa, ya que la diferencia radica en que ahora mucha más gente regular se encuentra en la posición de ellos”.

Por ende, la competencia es muy dura.

Una estrategia importante para ellos, dice Scuderi, es guiarlos a como sobrevivir estos tiempos de crisis. Dale y otros consejeros se encargan de obtener información personalizada y colocarlos en clases o programas vocacionales que les permita alistarse para un nuevo trabajo.

Pero la transición no es fácil. Muchos llegan con cargas de estrés muy severas, y no logran terminar los estudios que han elegido. Dale menciona que el desarrollo y educación infantil es un campo que atrae a nuevos estudiantes con discapacidades. Pero la cantidad de estudio, y la necesidad que tienen los estudiantes de allegarse un poco de dinero rápido hace que muchos dejen las clases a medias.

Consejos de esperanza
Un estudiante que sigue los consejos de Dale y otros en DSP&S es Gary Smith. Smith trabaja unas ocho horas a la semana como tutor de inglés en el laboratorio de computadoras en Mission college. Smith, quien a sus 65 años tiene artritis en las rodillas, también es estudiante de tiempo completo en CSUN.

“Pienso terminar mis estudios en inglés en CSUN, y de ahí voy a buscar un trabajo como maestro de ESL (Inglés como Segundo Lenguaje) en Japón. Antes voy a tratar de conseguir una credencial de maestro aquí en California”, dice Smith.

Smith culpa la actual crisis laboral, de bienes raices, automotriz y de los mercados bursátiles en los malos manejos administrativos y de poliza pública del ex-presidente republicano George Bush y a sus asesores de partido. Recuerda que Bill Clinton creó miles de oportunidades laborales para él y muchas personas con discapacidades. A pesar de ello, Smith recomienda a aquellos que sufren el impacto nocivo de la recesión se enrolen en un colegio comunitario, escuela vocacional, o piensen en cursar estudios universitarios.

“Sin importar su situacion económica o laboral, si están discapacitados o no, les recomiendo se enrolen en la escuela, ya que a través de una mejor preparación uno puede encarar estos desafios de mejor manera”, dice Smith. “En un principio yo también titubie. Pense que no iba a poder tener éxito. Pero para los que les interesa mejorar, la escuela es la solución”.

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