miércoles, 26 de octubre de 2011

Cambalache: lo más sucio del progreso industrial(2)


El resto es pasto de buitres (ave carroñera), perros y enjambres de moscas hasta que se acercan las brasas con el calor y el humo que, cuando sopla el viento del oeste, se extiende como una nube tóxica sobre buena parte de la ciudad, que cobija a 850,000 habitantes.

Neumonólogos de Ciudad Guayana como Judith Lezama se preocupan por el auge de enfermedades como el asma y la neumonía, en tanto Ligia Andrade, portavoz de un consejo comunal de Cambalache, afirma que "la invasión de moscas contamina todo y niños, niñas y adultos se enferman de los pulmones, pero también de la piel y del estómago".

¿Qué hacer con este vertedero al que ya en 2001 la estatal Corporación de Guayana, ente regional de desarrollo, consideraba como "de vida útil agotada"?

González no quiere que se lleven el vertedero lejos, pues no podría hacer su trabajo. "Quizá con maquinaria, que acomodara los desechos y apagara las quemas, se podría hacer un trabajo mejor, y la alcaldía podría pagarnos por hacerlo", propone. Andrade y líderes locales como Wilson Castro, del centroderechista partido Primero Justicia, creen que el vertedero debe ser cerrado de inmediato y sustituido por un relleno sanitario a establecer mucho más al oeste, en la vía a Ciudad Bolívar, capital del estado de igual nombre.

Aunque por ley el problema compete a la alcaldía, la gobernación del estado de Bolívar, de 238,000 kilómetros cuadrados y cuya jurisdicción se extiende por todo el este fronterizo con Brasil y Guyana, ha resuelto pisar el acelerador en busca de alternativas.

"Junto con el Ministerio del Ambiente vamos a instrumentar un plan de saneamiento de Cambalache en cinco meses y la activación de un nuevo relleno en El Pinar", un paraje en la carretera que va al oeste, anunció el gobernador Francisco Rangel.

En el plan se prevé erogar 5,8 millones de dólares y el viceministro de Ambiente, Jesús Cegarra, dijo que sanear Cambalache para detener la contaminación de suelos, aguas y aire, así como la definitiva mudanza a El Pinar, se completará en cinco años.

En Venezuela, recordó Diego Díaz, de la organización ambientalista Vitalis, sólo existe un relleno sanitario que calza con disposiciones sanitarias y ambientales, como es el caso de La Bonanza, que sirve a Caracas, mientras que otros centros urbanos llevan sus desechos a unos 400 vertederos a cielo abierto.

"Sólo se recicla 10 por ciento de los desechos y más de 80 por ciento del resto permanece expuesta en nuestras ciudades. Venezuela requiere de unos 150 rellenos sanitarios para encarar lo que en la última década ha sido considerado el problema ambiental número uno", indicó Díaz.

"El mundo fue y será una porquería, ya lo sé…" comienza el famoso tango "Cambalache", compuesto por el argentino Enrique Santos Discépolo en 1934 y que tomó la palabra en su acepción rioplatense de gran mercado donde se mezclan artículos diversos y usados.

Pero el verso discepoliano fue premonitorio para el humeante y exhausto basural de Ciudad Guayana, cuyos habitantes reclaman un cambalache, es decir, un trueque, por un espacio con menos polución.

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