Catástrofe, Parte 2.
"Nuestros
informes llegan a muchísimos organismos y dijimos que había que prepararse
porque la lluvia tendría una intensidad considerable", remarcó.
Otra herramienta valiosa para el alerta temprana, a la que no se apela según las consultas, es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, integrada a Sifem para aportar información "adecuada y oportuna" desde satélites.
En su Plan Nacional Argentina en el Espacio 2004-2015, técnicos del organismo aseguraron que este es "el país de América Latina que está más expuesto a emergencias y catástrofes naturales".
Inundaciones, incendios forestales, erupciones volcánicas, terremotos, tornados, deslizamientos de tierras, derrames de hidrocarburos, son algunos de los 11 tipos de desastre mencionados para el país.
No obstante, los impactos cada vez más severos que resultan de las inundaciones, revelan severas fallas en los planes de contingencia y obligan a los vecinos a ayudarse entre ellos antes, durante y después del impacto, sin pocas posibilidades de que algún organismo los guíe.
Los damnificados revelan que no sabían qué hacer mientras el agua subía dentro de las viviendas en La Plata. Tres días después, muchos seguían desorientados en centros de evacuación sin responsables a cargo.
El jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri, el gobernador de la provincia del mismo nombre, Daniel Scioli, y el intendente de La Plata, Pablo Bruera, solo responsabilizaron del desastre hasta ahora a la "inédita" intensidad de las lluvias derivadas de los efectos del cambio climático.
Scioli indicó que llovieron más de 300 milímetros en pocas horas y eso impidió el escurrimiento. Aunque "el pluviómetro ubicado por el SMN en el aeródromo de La Plata marcó 181 milímetros desde las 9 a.m. del lunes 1 a las 9 a.m. del martes 2", precisó la meteoróloga Gómez.
Gómez no descartó que el frente de tormenta haya sido más intenso en algunos barrios, como dijo el gobernador en base a datos de la estatal Universidad de La Plata.
"El Estado va a estar más presente que nunca para la reconstrucción con subsidios, créditos y todo lo que tengamos que hacer", afirmó Scioli, del sector centroizquierdista que lidera la presidenta Cristina Fernández, aunque algo distanciados últimamente.
La provincia y la ciudad de Buenos Aires pusieron en marcha comités de emergencia. Para esta noticia, se intentó localizar a alguno de sus responsables pero no respondieron. Tampoco lo hizo el gobierno nacional, consultado acerca del Sifem.
La lluvia impactó como si hubiera sido un tsunami o un río caudaloso que desborda, dijeron muchos afectados. El agua entró a las viviendas y brotó desde inodoros y bañaderas, de modo tan brusco que varios adultos mayores resultaron ahogados en sus casas. A otros se los llevó la corriente al salir a la calle.
Cuando la tormenta amainó y se comenzó a tomar conciencia de la tragedia, varios gobernantes y funcionarios recorrieron la zona anegada. La presidenta Fernández, Scioli, Bruera, Macri y otros escucharon airados reclamos y prometieron brindar toda la asistencia requerida. Pero los problemas son mayúsculos.
Los vecinos más damnificados de ambas ciudades coinciden en que además de las vidas de familiares o amigos, perdieron todo lo que tenían para su desempeño cotidiano: documentos, dinero, muebles, electrodomésticos, ropa, alimentos y agua.
Otra herramienta valiosa para el alerta temprana, a la que no se apela según las consultas, es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, integrada a Sifem para aportar información "adecuada y oportuna" desde satélites.
En su Plan Nacional Argentina en el Espacio 2004-2015, técnicos del organismo aseguraron que este es "el país de América Latina que está más expuesto a emergencias y catástrofes naturales".
Inundaciones, incendios forestales, erupciones volcánicas, terremotos, tornados, deslizamientos de tierras, derrames de hidrocarburos, son algunos de los 11 tipos de desastre mencionados para el país.
No obstante, los impactos cada vez más severos que resultan de las inundaciones, revelan severas fallas en los planes de contingencia y obligan a los vecinos a ayudarse entre ellos antes, durante y después del impacto, sin pocas posibilidades de que algún organismo los guíe.
Los damnificados revelan que no sabían qué hacer mientras el agua subía dentro de las viviendas en La Plata. Tres días después, muchos seguían desorientados en centros de evacuación sin responsables a cargo.
El jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri, el gobernador de la provincia del mismo nombre, Daniel Scioli, y el intendente de La Plata, Pablo Bruera, solo responsabilizaron del desastre hasta ahora a la "inédita" intensidad de las lluvias derivadas de los efectos del cambio climático.
Scioli indicó que llovieron más de 300 milímetros en pocas horas y eso impidió el escurrimiento. Aunque "el pluviómetro ubicado por el SMN en el aeródromo de La Plata marcó 181 milímetros desde las 9 a.m. del lunes 1 a las 9 a.m. del martes 2", precisó la meteoróloga Gómez.
Gómez no descartó que el frente de tormenta haya sido más intenso en algunos barrios, como dijo el gobernador en base a datos de la estatal Universidad de La Plata.
"El Estado va a estar más presente que nunca para la reconstrucción con subsidios, créditos y todo lo que tengamos que hacer", afirmó Scioli, del sector centroizquierdista que lidera la presidenta Cristina Fernández, aunque algo distanciados últimamente.
La provincia y la ciudad de Buenos Aires pusieron en marcha comités de emergencia. Para esta noticia, se intentó localizar a alguno de sus responsables pero no respondieron. Tampoco lo hizo el gobierno nacional, consultado acerca del Sifem.
La lluvia impactó como si hubiera sido un tsunami o un río caudaloso que desborda, dijeron muchos afectados. El agua entró a las viviendas y brotó desde inodoros y bañaderas, de modo tan brusco que varios adultos mayores resultaron ahogados en sus casas. A otros se los llevó la corriente al salir a la calle.
Cuando la tormenta amainó y se comenzó a tomar conciencia de la tragedia, varios gobernantes y funcionarios recorrieron la zona anegada. La presidenta Fernández, Scioli, Bruera, Macri y otros escucharon airados reclamos y prometieron brindar toda la asistencia requerida. Pero los problemas son mayúsculos.
Los vecinos más damnificados de ambas ciudades coinciden en que además de las vidas de familiares o amigos, perdieron todo lo que tenían para su desempeño cotidiano: documentos, dinero, muebles, electrodomésticos, ropa, alimentos y agua.
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