martes, 18 de octubre de 2011
Oposición argentina con falta de liderazgo(1)
Sin liderazgos fuertes ni propuestas alternativas claras que seduzcan al electorado, los referentes de la oposición en Argentina irán este domingo 23 a las urnas concientes de que levantarán una magra cosecha de votos.
Los distintos sondeos previos coinciden en que la presidenta Cristina Fernández, del Frente Para la Victoria, el mayoritario sector centroizquierdista del Partido Justicialista (peronismo), se proyecta para ser reelegida en forma directa con más de 50 por ciento de los sufragios, mientras que el candidato más votado de la oposición rondaría apenas 15 por ciento.
Ya en los comicios primarios realizados en agosto y pese a que la competencia no era entre partidos, Fernández obtuvo poco más de 50 por ciento y segundo fue Ricardo Alfonsín, de la centrista Unión Cívica Radical, con 12 por ciento. Pero las encuestas ubican ahora al socialista Hermes Binner en segundo lugar en la intención de voto.
Binner, actual gobernador de la oriental provincia de Santa Fe, había quedado en cuarto lugar en las elecciones internas, pero hoy recoge más de 12 por ciento de adhesiones. Su discurso no es netamente opositor, aunque obviamente busca diferenciarse de la presidenta especialmente en el estilo de gobierno.
Carla Carrizo, profesora de la privada Universidad del Salvador, explicó que en democracia "siempre hay margen para alternativas, aún con gobiernos muy exitosos en términos de desempeño como el actual, pero ese margen es creado por los liderazgos".
"En este caso, creo que entre los dirigentes de la oposición predominó la idea de que no se compite por la Presidencia, es decir, por ganarle a Fernández, sino por liderar el segundo lugar" y en esa lógica "no ofrecieron una verdadera alternativa".
La última encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública, difundida el fin de semana pasado, indicó que 63,5 por ciento de los consultados consideraran que la oposición no presenta un modelo alternativo de gobierno, 22,9 por ciento de ellos dijeron que sí lo tiene y 13,6 respondieron que no saben.
En general, los postulantes de la variopinta oposición no ponen énfasis en sus propuestas de gobierno, salvo Binner, que ofrece un programa, y Alberto Rodríguez Saa, el candidato de un sector derechista disidente del Partido Justicialista que insiste en promocionarse mostrando los logros de su actual gestión como gobernador de la occidental provincia de San Luis.
Basta ver algunos spot de campaña. Alfonsín elige dirigirse a la presidenta y no a sus votantes. Le dice que "probablemente" ella ganará, pero que él "no le cree nada" y que no apoyará un camino para su "reelección indefinida".
La consultora Ipsos-Mora y Araujo indican que Fernández y Binner son los únicos candidatos con mayor imagen positiva que negativa. La mandataria tiene 65 por ciento de apoyos frente a 33 de rechazos y el líder socialista 39 contra 32.
Los demás competidores acumulan un alto nivel de rechazo. A pesar de que el único cargo público hasta ahora ha sido el de diputado, Alfonsín tiene 61 por ciento de imagen negativa. Los analistas atribuyen esta evaluación a una estrategia electoral errada.
El hijo del hoy fallecido expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989) desistió de unirse en una coalición progresista con Binner y, por el contrario, selló una alianza con el empresario Francisco De Narváez, de centroderecha y también disidente justicialista, candidato a gobernador de la oriental provincia de Buenos Aires, el distrito más populoso del país.
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