La Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (Felcn) informó que durante los primeros siete meses del año incautaron 20 toneladas de pasta base y clorhidrato de cocaína, 2 toneladas más que las registradas en el mismo periodo del pasado año.
Además, la Felcn realizó 8,811 operativos, destruyó 17 laboratorios y detuvo a 2,446 personas, en actuaciones que ya cuentan con colaboraciones militares cuando son requeridas.
En 2009, la incautación total de cocaína alcanzó las 26 toneladas y, según la Felcn, 46% del total procedían del vecino Perú. Las autoridades locales aseguran que Bolivia ha pasado a ser un país de tránsito y refinación de la pasta de coca peruana, que luego se dirige a Brasil.
El Celin indicó que desde 2005 se pasó de 452 a 1,045 nuevos consumidores de marihuana por cada 100,000 habitantes de entre 12 a 65 años.
En La Paz es posible adquirir unos gramos de marihuana desde precios que oscilan de 80 centavos a 2.82 dólares, de acuerdo a la zona donde se oferte el producto, explicó Alcaraz.
En los mismos cinco años, los nuevos consumidores de clorhidrato de cocaína aumentaron de 78 a 223 personas por cada 100,000 habitantes, señaló.
Según Alcaraz, los indicadores colocan a Bolivia en la media de los índices de consumo de América Latina, por debajo de Chile, Brasil y Argentina.
La encuesta también determinó que en las principales ciudades un 75.6% considera un problema la expansión del consumo de drogas, mientras que en 1992 el tema solo preocupaba a 33.4% de la población.
Otro elemento reflejado por el estudio de este año es que 65.7 % de los encuestados opinó que el problema de las drogas debe ser resuelto tanto por los países productores como consumidores.
La preocupación de Alcaraz radica en la ausencia de programas de prevención que entre los años 1990 y 1998, estaba financiado por organizaciones privadas y no gubernamentales.
El especialista en prevención y con una maestría en salud mental, Mario Eguía, coincidió con esa opinión y se lamentó por la ausencia de políticas estatales claras para controlar el incremento del consumo ilícito de drogas.
"Existe una tendencia clara de negar la existencia del problema del consumo, o se acepta que Bolivia es un país de tránsito y productor de drogas, pero se niega el incremento del consumo", afirmó.
Eguía criticó la falta de participación del Estado en programas de prevención y recordó que en el pasado también fue mayor la cooperación internacional y de la empresa particular.
Los gobiernos anteriores establecieron diferentes formas de enfrentar el problema del consumo de estupefacientes, pero todas le dieron jerarquía al encargar de la tarea a un viceministerio (dirección general).
Sin embargo, desde que llegó a la Presidencia en enero de 2006, la lucha contra el consumo de drogas es responsabilidad de una unidad dentro de un viceministerio. "Eso refleja la importancia que se da a esa problemática", dijo Eguía.
lunes, 16 de agosto de 2010
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