martes, 28 de abril de 2015
jueves, 16 de abril de 2015
Obama y Castro terminan antagonía en Cumbre(1)
Joaquín Roy es profesor de estudios internacionales en la Universidad de Miami. |
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
se ha ganado un lugar en la historia al haber iniciado los primeros pasos para
corregir una política de más de medio siglo que había fallado en su objetivo
fundamental: el fin del régimen castrista.
En la VII Cumbre de las Américas (Panamá, 10-11 de
abril), dejando de lado una sinuosa negociación con su antagonista cubano y un
imposible consenso con sus opositores interiores, Obama se lanzó a una oferta
sin condiciones. Sabía o intuía que su contraparte cubana no tendría más
remedio que asentir.
El régimen cubano está llegando al borde de quedar
exhausto económicamente y bajo la presión sutil de una población que ya lo ha
aguantado todo. Los signos de debilitamiento de su protector venezolano, con el
que intercambiaba favores sociales (educación y salud) por petróleo subsidiado,
se cernían como un huracán caribeño sobre el régimen de Raúl Castro. En lugar
de haber favorecido la caída de la fruta madura, Obama optó por lo insólito:
favorecer su supervivencia.
Obama está apostando por la estabilidad del régimen
cubano, como mal menor a la producción de una explosión interior,
enfrentamientos entre sectores irreconciliables y la imposición de una solución
militar más rígida que el control actual. Washington sabe que solamente las
fuerzas armadas cubanas podrían garantizar el orden. Lo último que el Pentágono
anhela es ejercer ese dudoso papel.
De ahí que entre el apuntalamiento del régimen con Raúl
Castro y su dudosa transformación instantánea, se haya optado por el
pragmatismo que desemboque en las plenas relaciones diplomáticas y el futuro
levantamiento del embargo.
Raúl Castro, corrigiendo la repetida exigencia del final
del embargo, como condición de cualquier negociación, sabiamente ha aceptado el
reto. Se ha contentado con el premio de consolación de recordar la
historia (por otra parte, lamentable) de la política de Estados Unidos hacia
Cuba, en su discurso de casi una hora en la Cumbre.
Pero, como suavización, le regaló a Obama el
reconocimiento de la ausencia de culpa de alguien que no había nacido con el
triunfo de la Revolución Cubana. Castro ha contribuido de forma decisiva al
triunfo de Obama.
Maduro ha surgido de este episodio de las relaciones
interamericanas como neto perdedor. La clave de su fracaso se basa en no haber
calculado sus limitaciones y haber infravalorado los recursos de sus colegas.
Inicialmente explotó lógicamente el error de Obama al producir el decreto
declarando a Venezuela como una “amenaza” y consecuentemente imponiendo
sanciones contra siete funcionarios de Caracas.
Numerosos gobiernos y analistas criticaron el uso de ese
lenguaje. Ya en el contexto de la Cumbre el presidente estadounidense rectificó
y reconoció que Venezuela no representaba tal amenaza para su país.
La debilidad de la actuación de Maduro en la Cumbre se
debe a una combinación de circunstancias de su propio interior, la reacción de
importantes actores externos (significativamente ajenos a Estados Unidos), la
débil colaboración de muchos de sus tradicionales aliados o simpatizantes en
América Latina, y la ausencia de un apoyo incondicionado de Cuba.
Obsérvese que en ese escenario apenas hizo presencia
Estados Unidos, aunque hay que destacar el intento de suavizar la conducta
alterada de Maduro por parte del asesor especial de Obama, Thomas Shannon,
quien departió con el presidente venezolano en Caracas antes de acudir a la
Cumbre.
Lea Cumbre, Página 2.
Obama y Castro terminan antagonía en Cumbre(2)
El presidente Barack Obama saluda de mano al presidente cubano Raúl Castro. |
Cumbre, Página 2.
Maduro ya había tenido que actuar bajo el lastre del
encarcelamiento de una serie de sus opositores, bajo dudosas acusaciones. El
resultado ha sido la generación de una protesta de alcance mundial, sobre todo
latinoamericana, pero también de Europa.
Una veintena de expresidentes latinoamericanos redactaron
un documento de protesta que presentaron en el marco de la Cumbre. Aunque esos
exmandatarios pueden ser considerados conservadores y liberales, se les unió,
además del expresidente conservador español José María Aznar (objeto notorio de
los ataques de Hugo Chávez y luego del propio Maduro), el expresidente
socialista español Felipe González, quien se ofreció a actuar como abogado
defensor de Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, uno de los apresados por el
régimen venezolano.
El intento de Maduro de lograr la inserción en el
comunicado final de la Cumbre de una condena al decreto de Estados Unidos fue
otra de sus derrotas. El resultado fue que la Cumbre no tuvo tal comunicado
oficial, por la falta de consenso, a pesar de haberse intentado también la
eliminación de la mención directa contra Estados Unidos.
Sus partidarios en América Latina, a pesar de la
locuacidad de sus socios y protegidos en la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (Alba), se han revelado como prudentes en
enfrentarse de forma notoria a Washington. Igual puede decirse de los países
caribeños, temerosos del descenso del suministro de petróleo venezolano con el
bendito subsidio. De ahí la petición de trato de favor a Obama durante el
cónclave de la Comunidad del Caribe (Caricom) en Jamaica.
Pero su mayor derrota ha sido no haber intuido que Raúl
Castro tendría que elegir entre la temida disminución del crudo venezolano
barato y el reacomodo con Washington. Se ignora cómo Cuba podrá continuar el
suministro de la contrapartida de maestros y personal sanitario cubano a
Venezuela, que ha sido hasta ahora la joya de la corona de la alianza de La
Habana con Caracas en el entramado del Alba.
domingo, 12 de abril de 2015
Mujeres policías argentinas ganan respeto(1)
Mujeres policías miembras del Ministerio de Seguridad de Argentina. |
Cuando ingresaron a sus fuerzas de seguridad, Marina Faustino y
Silvia Miers eran minoría y para imponerse entre los hombres había que “hacerse
la mala”. Ahora, gracias a una política de equidad de género, hay cada vez más
mujeres policías en Argentina, combatiendo prejuicios sexistas, además del
delito.
La vocación de Faustino, quien a los 39 años es principal
(cargo anterior a subcomisario) de la Policía Federal Argentina,
comenzó cuando era adolescente. Ella admiró a su padre, entonces policía en
activo de esa fuerza.
“Yo veía desfilar a mi papá y quería ser como
él. Pero él me decía: ‘la policía no es una pasarela’”, contó Faustino, quien
fue modelo de adolescente.
Faustino consiguió entrar a la PFA, contra la
resistencia de su padre. “Decía que era una institución machista, que iba a
sufrir, que a la mujer no la tenían en cuenta”, recordó Faustino. Y de hecho no
faltó el sufrimiento desde que a los 20 comenzó los dos años de instrucción.
“En esa época las mujeres policías
experimentadas usaban pelo corto. Había que parecerse a un varón y yo decía: yo
no me veo así, yo soy femenina, que respeten mi identidad, mi condición”,
detalló, al explicar porque nunca se cortó su cabellera.
Pasaron muchos años para obtener ese respeto.
En la policía “existía un profundo sentido de misoginia”, señaló la abogada
especialista en derechos humanos Natalia Federman quien fue entre 2010 y
diciembre de 2014 la primera directora
nacional de Derechos Humanos dentro del Ministerio de Seguridad, y desarrolló su
estrategia de género.
El proceso comenzó con la designación por la
centroizquierdista presidenta Cristina Fernández de Nilda Garré (2010-2013), la
primera mujer como ministra de ese despacho, quien dictó la prohibición de
restricciones o topes en el acceso femenino a las cuatro fuerzas policiales
nacionales y sus escuelas, dependientes de Derechos Humanos.
Además, en ese periodo también se instruyó la
aceptación de efectivos y oficiales de travestis, transexuales y transgénero.
Además Garré emitió una orden de respeto de la identidad de género en todas las
instancias y actuaciones de las cuatro policías, como parte del combate a
conductas homofóbicas y transfóbicas.
La estrategia instituida por Federman, denominada “Construyendo
Instituciones Sensibles al Género”, fue considerada en 2014 como una
de las mejores en su ámbito por el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo y reglamentó también asuntos como la licencia de
maternidad y lactancia.
“Buscamos conformar una cultura institucional
democrática”, que promoviera la equidad de género y los derechos humanos en el
área de seguridad. Simultáneamente, se colocó la violencia de género
“como un tema central de la seguridad ciudadana”, explicó Federman.
En 2011, su equipo realizó una encuesta
interna para detectar las “limitaciones simbólicas o reglamentarias” que
excluían a las mujeres de determinados cargos.
El sondeo mostró que “37.7 por ciento de las
mujeres y el 55.1 por ciento de los hombres opinaba que los varones están más
capacitados para las tareas de prevención, contención y seguridad en
manifestaciones”.
Miers, quien llegó de la Fuerza Aérea a la Policía de Seguridad Aeroportuaria, enfrentó
esos estereotipos.
Hoy la PSA es la fuerza nacional con mayor
porcentaje de mujeres, 38 por ciento del total de efectivos, seguida de
la PFA con 23 por ciento de mujeres oficiales o suboficiales, Gendarmería
Nacional con 18 por ciento y Prefectura con nueve por ciento.
Pero la situación era muy diferente cuando
Miers comenzó su carrera y como responsable de una mayoría de hombres tuvo que
mostrar “extrema seriedad” y “dureza”, para hacerse respetar.
“Todos me recuerdan como la más mala de
todas”, dijo la ahora inspectora de la PSA, con 80 personas a su cargo.
“No queda otra alternativa, si una daba un
poquitito de confianza o simpatía, era considerada la que andaba con todos, o
la que llegó a determinado espacio laboral porque estuvo con un jefe”, agregó la
oficial de 38 años.
Lea Mujeres Policías, Página 2.
Mujeres policías argentinas ganan respeto (2)
Un grupo de mujeres policías se alistan a comenzar su trabajo. |
Mujeres policías, Página 2.
Faustino sufrió también cuando muy joven tuvo
como subalternos en una comisaría a hombres que por edad “podían ser mi papá”.
“Tuve que replantearme que hacer porque no
podía simplemente decir: ‘yo soy la jefa y decido’. Tenía que aprender de
su experiencia para no ponérmelos en contra”, recordó Faustino.
La encuesta reveló situaciones más graves,
como que 13.8 por ciento sufrió acoso sexual, muchas veces de superiores
masculinos, y que solo ocho por ciento de las afectadas habían denunciado los
casos.
Ahora existen Centros de Atención de Género en
la policía que reciben denuncias internas de acoso, discriminación sexual y
violencia laboral, así como requerimientos para conciliar familia y profesión.
Miers, con dos hijos y en proceso de divorcio,
tuvo ese problema al aceptar un ascenso importante.
Un “varón no lo haría con su esposa”, pero
ella lo consultó con su marido por temor “a encontrar una cara larga cuando
llegara a casa”.
“Antes con un horario de 8:00 a 14:00, hacía
la tarea con mis hijos, cocinaba. Le dije: ‘nuestra vida no va a ser la misma.
A partir de ahora voy a la mañana al aeropuerto pero no sé cuándo vuelvo, te
pido que me aguantes, que no te enojes, que no te pongas celoso’, porque yo estaba
rodeada de varones”, dijo Miers.
Faustino mencionó que mientras en 2010 había
una sola mujer comisaria inspector, actualmente es una mujer, Mabel Franco, la
comisaria general de la PFA.
“No existe perspectiva de género sin mujeres
que la lleven adelante”, ha insistido la actual ministra de Seguridad, Cecilia
Rodríguez.
Ya “no hay más techo” de ascensos, celebró
Miers. Aunque, aclaró, “el respeto te lo ganas a base de esfuerzo y a
veces redoblando el de un hombre. Hay que estudiar mucho, capacitarse, si una
quiere de verdad llegar a un espacio de conducción”.
Según Federman faltan varias promociones para
que las mujeres alcancen puestos altos, para evaluar si lograron “una
equidad real”.
Mientras, hay que combatir estereotipos como
el que los atributos indispensables para ser un buen policía son
aquellos vinculados “a una masculinidad hegemónica (liderazgo, fuerza física,
valentía)”, dijo Federman. Esos
prejuicios relegan otros atributos “tan o más necesarios para brindar un buen
servicio policial, cómo capacidad de empatía, facilidad para el diálogo y
negociación, potencial para incentivar al personal, muchos de los cuales
históricamente se atribuyen a las mujeres”.
Valores que según Faustino le sirvieron, por
ejemplo, para controlar en los estadios a las “barras bravas” del popular
equipo de fútbol Boca Juniors, una tarea que ejerció 12 años.
“Podemos hacer un trabajo policial y táctico,
y sonreír, ofrecer un vaso de agua, hablar y te respetan”, señaló Faustino.
Los trató de “caballeros”, aprendió “su
código” y lo consiguió.
Aunque atravesó situaciones desagradables. Una
vez, recordó, un hincha “me dijo una guarangada (grosería) y le respondí con lo
que más le dolía: impedirle entrar a la cancha”.
“No digo las cosas a gritos y obtengo más
resultados”, agregó Faustino, que ahora estudia psicología para apoyarse en la
mediación de conflictos, como aquellos vinculados a la violencia de género.
“A veces las mujeres oficiamos de mediadoras,
evitamos el choque. Escuchamos”, añadió Miers. “Lo cortés no quita lo
valiente”, resumió Faustino.
jueves, 2 de abril de 2015
Argentina-China trade and investment grows(1)
Chinese President Xi Jinping and Argentinean President Cristina Fernández. |
The government of Argentina is building a marriage of
convenience with China, which some see as uneven and others see as an
indispensable alliance for a new level of insertion in the global economy.
The process forms part of a radical change with respect to
Argentina’s diplomacy, which years back involved ties with the United States
described as “carnal relations.”
President Cristina Fernández called the new
relationship with China an “integral strategic alliance,” after signing a
package of 22 agreements with Chinese leader Xi Jinping in Beijing on Feb. 4.
The accords include areas like space
technology, mining, energy, financing, livestock and cultural matters. They
cover the construction of two nuclear and two hydropower plants, considered key
to this country’s goal of energy self-sufficiency.
“Although they are important, the new agreements and others that
were signed earlier are insufficient to gauge the dimension of the bilateral
commitment,” said Jorge Castro, the director of the Strategic Planning Institute and an
expert on China.
“For Argentina, the relationship with China
has elements that are essential for insertion into the international system of
the 21st century, along with other countries of the South, headed by Brazil,”
he said.
“These ties are between the new fulcrum of the
global economy, China-Asia, and Argentina as a nation and as a regional unit,”
he said.
Castro pointed out that Asia’s giant is currently South
America’s leading trade partner, due to the volume of its purchases of raw materials, which
implies a level of interdependence given that “China has placed the food
security of its population in the hands of South American countries.”
In the case of Argentina, China is its
second-largest trading partner, after neighboring Brazil – displacing long-time
partners like the United States and European countries.
In 2014, exports to China totaled five billion
dollars while imports stood at 10.8 billion dollars – a bilateral record which
represented 11.5 percent of this country’s trade balance, according to
Argentina’s Chamber of Commerce.
Prior accords that cemented the alliance
Before Fernández’s visit to China, the two countries had already
signed investment agreements in strategic sectors, such as the one between
China’s Sinopec and Argentina’s YPF, two state-owned oil companies, for the
exploitation of one of the Loma Campana deposits of unconventional oil and gas shale
in Vaca Muerta, in southern Argentina.
There was also an accord for China to provide
some 2.5 billion dollars in financing for the reconstruction of the railway of
the Belgrano Cargas y Logística company, which will transport Argentine and
Brazilian agricultural products to Chilean ports on the Pacific ocean.
“The investment agreements with China are
important to the extent that they facilitate the conditions to continue
generating, for example, the infrastructure for development that Argentina
needs, in a scenario” of a shortage of foreign currency, said economist
Fernanda Vallejos.
In July 2014, Argentina reached an 11 billion
dollar currency swap agreement with China, to shore up this country’s weakened
foreign reserves, of which it received one billion dollars in December.
The swap “has been a very powerful
instrument,” which is added to measures by the government and the Central Bank
to promote exchange stability and help slow down inflation, said Vallejos, a
member of a group that advises the Ministry of the Economy and Public Finance.
Read Argentina-China, Page 2
Argentina-China trade and investment grows (2)
China builds a space study station in the southern province of Neuquén, Argentina. |
Argentina-China, Page 2
Critical voices
Sectors of the business community are critical
of the alliance with Beijing, such as the Argentine Industrial Union (UIA) or
the Chamber of Exports, which sounded a warning about the asymmetrical nature
of the relationship.
This country’s exports to China are only half
of what it imports from the Asian giant, and they are basically raw materials
or farm products. A full 75 percent is soy or by-products.
Imports, by contrast, are mainly machinery and
electronics, computers, telephones, chemical products, motorcycles or parts for
household appliances.
The UIA said the framework agreement on
economic cooperation and investment, signed in July 2014 and pending final
approval by the legislature, “contains clauses that pose an enormous risk to
Argentina’s development.”
“Over the last decade, China’s strategy has
pursued two central objectives: to consolidate its transnational companies in
global value chains and to obtain commodities and inputs with little
value-added, for its growing productive and employment needs,” the UIA said in
a communiqué.
“In free trade agreements in this era of
globalization, the essential thing is not trade but investment,” said Castro,
who questioned the concept of “asymmetry” and backed the agreement with China.
The China expert said the relationship should
be analyzed in a broader context. For example, by remembering that in the next
10 years, China’s foreign direct investment is estimated to climb to 1.1
trillion dollars.
“The question is how to manage to be part of
China’s flow of investment in industry in the next 10 to 20 years,” Castro
said.
The UIA agrees that it is important to be part
of that current, but with allocations that would not harm local goods and
services, which have no chance of receiving Chinese financing, the business
chamber said.
The UIA and some trade unions also worry that
Chinese labor power, which is included in several projects, will displace local
workers.
“Don’t worry, we continue to defend Argentine
workers and the business community’s participation,” said center-left President
Fernández, who urged those sectors to engage in technical discussions about the
accords.
The new empire?
Some in Argentina see the China of the 21st
century as the new England of the 19th century or the United States of the 20th
century, in terms of economic and territorial hegemony and domination.
They also question the construction of a
Chinese space tracking and control station in the southern Argentine province
of Neuquén, which according to the government will monitor, control and gather
data as part of China’s program of missions to explore the moon and outer
space.
Raúl Dobrusin, an opposition legislator from
Neuquén, said the agreement, which grants China the use of 200 hectares for 50
years and is opposed by left-wing groups and social organizations, did not go
through the Neuquén provincial legislature, which was not informed of the
details of the accord.
So far there is no Chinese military presence
in the construction project, said Dobrusin, but in his view, the space station
poses “major geopolitical risks.”
“If there is a confrontation between powerful
nations, we will be a place to be taken into account by the enemies of China…In
short, we are getting into an area where the possibility of deciding whether or
not to participate in conflicts is no longer a sovereign decision, they won’t
ask us,” he warned.
“The alliance transcends economic matters and
forms part of the search for independence, on both the economic and political
fronts, which makes it possible to reach economic and social development goals,
by breaking the yoke of neoliberalism and the empire-dependence logic,” said
Vallejos.
China, in her view, “is far from the voracity
of the Western powers. It is part of a new global order that is struggling to
be born, where the role of emerging countries is no longer one of colonialism
but of assuming the position of builders of our own destiny,” said the
economist.
“That does not mean that China isn’t obtaining
benefits from its ties with our nations, but that it is possible to build a
win-win relationship for all of the parties involved,” she said.
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