Interior de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero. |
Ayotzinapa, página 2
“Fueron creadas para eso, para hacer trabajo
político y de conciencia. Son jóvenes muy independientes (en comparación con
las normales urbanas) y con una disciplina muy rígida”, explicó Sandoval, para
quien las normales “han sido la piedra en el zapato de los gobiernos”.
De las 46 normales rurales originales, solo
quedan 15. La mitad fueron cerradas después del movimiento estudiantil de 1968
por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Las que quedan libran una continua batalla
desde 1999 para que no las reconviertan en escuelas técnicas. Pero los
gobiernos estadales las han asfixiado económicamente, con el argumento de que
en el país no se necesitan más maestros de primaria, porque la dinámica
poblacional redujo la matrícula.
Como consecuencia, son recurrentes en estas
escuelas los incendios u otros incidentes por la precariedad de las
instalaciones. En 2008, por ejemplo, el fuego desatado por un cortocircuito en
la primera escuela rural en su tipo en América Latina, la Normal Rural Vasco de
Quiroga, en el noroccidental estado de Michoacán, ocasionó la muerte de
dos estudiantes.
“Lo que puedo decir es que en las zonas más
alejadas hacen falta maestros. Hay comunidades que se quedan sin maestros
muchos meses. En algunos lugares los cubre un ‘no maestro’ que trabaja
temporalmente en las escuelas, pero sin plaza ni contrato”, afirmó Sandoval.
La masacre de los normalistas de Ayotzinapa,
que ha puesto a prueba la política de derechos humanos del presidente Enrique
Peña Nieto, encontró un caldo de cultivo en la tensión que provocaron los
intentos de los últimos gobiernos por eliminar la escuela.
En enero de 2007, el entonces gobernador
Zeferino Torreblanca intentó reducir su matrícula estudiantil y declaró que el
objetivo de su gobierno era acabar con la “alumnocracia”. En noviembre de ese
año, los estudiantes fueron reprimidos por los policías antimotines por
manifestarse ante el Congreso legislativo estadal.
El 12 de diciembre de 2011, la policía asesinó
a dos normalistas: Gabriel Echeverría de Jesús, quien estudiaba educación
física, y Jorge Alexis Herrera Pino, que cursaba educación primaria.
Ambos participaban en el bloqueo de una
carretera, en protesta por la reducción del presupuesto de la escuela. También
fue herido gravemente Édgar David Espíritu Olmedo, mientras 24 estudiantes más
resultaron heridos y golpeados.
“Ayotzinapa está de pie. Se levantó en
movimiento para luchar y exigir justicia. La excelencia académica que buscamos
no puede estar condicionada a la sumisión política”, afirmó entonces en un
comunicado la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.
No hubo sanción para los responsables de las
muertes.
Casi tres años después, cuando se preparaban
para viajar a Ciudad de México, a fin de asistir a la conmemoración del
aniversario de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, el 2 de octubre de
1968, los normalistas fueron emboscados por policías municipales y los
detenidos, según las investigaciones y los testimonios, entregados a un grupo
criminal para el que trabajaba el alcalde.
Hasta ahora, 43 normalistas siguen
desaparecidos.
Ejemplos de
enfrentamientos y acosos
~Tres años después de que los pobladores amenazaran con quemar vivos a los
policías que intentaron desalojar la Normal Rural Luis Villarreal, en Hidalgo,
los normalistas perdieron el sistema de internado y aceptaron un “receso” en
las inscripciones. En 2005, donde estuvo la escuela se inauguró una universidad
politécnica. Un artífice del desmantelamiento fue el exgobernador Miguel Ángel
Osorio Chong, actual secretario (ministro) de Gobernación.
~En 2007, el entonces gobernador panista del estado de Jalisco, Emilio González
Márquez, entregó 5.2 millones de dólares, equivalentes a 10 años de presupuesto
de la Normal Rural Miguel Hidalgo, a Televisa, el gigante de medios mexicano,
para organizar un encuentro estudiantil, justo cuando el deterioro de las
instalaciones eléctricas del internado provocó un incendio en la escuela. Ante
las protestas, Alejandra Javier Jacuinde, quien era directora general de
Normales de la Secretaría de Educación de Jalisco, dijo que la formación de los
alumnos ya no era “una obligación”.
~En septiembre de
2008, el entonces gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, amagó
con desaparecer la Normal Lázaro Cárdenas del Río. Un helicóptero de la
Dirección de Seguridad Pública del estado sobrevoló la escuela con el objetivo
para fotografiar y filmar la organización de los estudiantes y la Procuraduría
de Justicia inició 14 averiguaciones contra los estudiantes que protestaban.
Habitantes de cinco pueblos y una ciudad se movilizaron para defender a los
jóvenes.
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