José Huizar, a la derecha de Kate del Castillo. |
Por Alfredo Santana
El homenaje que el
concejal de la ciudad de Los Angeles José Huizar le ofreció a la actriz
mexicana Kate del Castillo por sus telenovelas que perpetuan las imagenes de
capos de la droga como personajes exitosos y egocéntricos, envía un mensaje enfermizo y
negativo a las legiones de migrantes que viven en Estados Unidos.
Huizar, quién representa
el distrito 14, el cual comprende los barrios de Boyle Heights, Monterey Hills,
Eagle Rock, El Sereno y Glasell Park, demostró tener un concepto erroneo de ese
típo de estrellas, quienes ya tienen una carrera extensa en su país natal, y no
conformes con su mega audiencia, buscan otras para aumentar su fama y fortunas.
Del Castillo lleva varios
años viviendo en L.A., se ha casado y se ha divorciado un par de veces, y fue
protagonista estelar en la telenovela “La reina del sur”, que fue creada, patrocinada y transmitida por el corporativo
Telemundo en los Estados Unidos con un presupuesto de 10 millones de dólares.
El
15 de agosto pasado, Huizar oficialmente la felicitó “por su gran labor” como
activista en pro de las mascotas y
subrayó que Castillo “cómo miles de otros migrantes que han llegado a Los Angeles,” vino para lograr metas y
éxito “en una carrera que la ha llevado a tener fama internacional en muchos
países”.
Esos reconocimientos es lo
que menos necesitan personas como Del Castillo. Su trabajo estereotipa a los
millones de migrantes mexicanos en particular, y de otros países, ya que en vez
de dejarles conceptos de renovación espiritiual y social positivos, perpetuan
un cáncer más difícil de desenrraizar que el deportar a aquellos que cometan
crímenes violentos.
Del Castillo ha trabajado
en por lo menos 14 series televisivas en México y Estados Unidos. “La reina del
sur” se basa en una novela escrita por el español Arturo Pérez-Reverte. El
trama se enfoca en en ascenso a la dirigencia del mundillo de las mafias
narcóticas en el sur de España de Teresa Mendoza, personaje interpretado por la
morena actriz.
Otro problema se centra en
el apoyo abierto de Del Castillo a capos verdaderos mexicanos, como Joaquin “El
Chapo” Guzmán, quién este año fue arrestado en México y es posible sea
deportado a este país para enfrentar cargos federales de producción, venta,
transporte de drogas y homicidios.
Erin Carlyle, reportera de
la revista Forbes, dijo en enero 11 del 2012 que Del Castillo publicó una carta
en la que mencionó creer “más en El Chapo Guzmán que en gobiernos que esconden
las curas para el cáncer y el VIH para su propio beneficio”.
Huizar y Del Castillo
deberían de preocuparse en mejorar la imagen de los migrantes hispanoparlantes
de esta ciudad, y también la calidad de vida de ellos. Es obvio que ambos
figuras públicas son de una clase privilegiada y parecen disfrutar del estatus
social donde se encuentran. Huizar estudió en Princeton University, y se graduó
con una maestria en política pública y planeación urbana. Posteriormente obtuvo
un título como abogado en la Universidad de California en Los Angeles, o UCLA.
Lea Homenaje, parte 2.
Lea Homenaje, parte 2.
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