El director ejecutivo
del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), el periodista hondureño Héctor
Becerra, amenazado de muerte en su país, dijo que “necesitamos romper el
silencio. No es posible que haya lugares donde los periodistas, por el hecho de
sobrevivir, se autocensuren. Tenemos que cambiar eso”.
Honduras México y Colombia son los países de los que más se
habló en los dos días de la conferencia internacional "Hablar sin
Riesgo", que finalizó el sábado 4 de mayo en San José de Costa Rica,
organizada para conmemorar los 20 años de celebración cada 3 de mayo del Día Mundial de
la Libertad de Prensa.
El encuentro se desarrolló con un mal
precedente, pues en 2012 fueron asesinados en el mundo 121 periodistas, una
cifra tal que la propia Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura ha calificado ese año como el "más mortífero para
los medios". Según su escala, Siria, México y Honduras son los lugares más
peligrosos para el ejercicio de la profesión.
Además, en la víspera de iniciar los trabajos
en San José, el periodista Ricardo Calderón sufrió un atentado en Bogotá, lo
cual hizo regresar viejos fantasmas al gremio de Colombia, donde prácticamente
se erradicaron los asesinatos a periodistas en la última década.
A eso se suman las amenazas que recibieron
Becerra en abril en Honduras y la organización internacional Artículo 19 en
México, así como el asesinato y desaparición, en menos de una semana de dos
reporteros en el norteño estado mexicano de Coahuila.
"Los países que encabezan
desgraciadamente la lista de naciones en donde más periodistas se asesinan son
México y Honduras ", dijo en la inauguración Janis Karlins, subdirector de
Comunicación e Información de la Unesco.
Periodistas y activistas participantes en la
conferencia admiten que la prensa en América Latina "no vive sus mejores
momentos", ya sea por la violencia o porque enfrenta a gobiernos que han
implementado políticas o legislaciones que buscan limitarla.
"La diferencia con México u Honduras es
que en Colombia tiene un costo político muy fuerte matar a periodistas",
dijo el director de la Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia (FLIP),
Andrés Morales.
Sin embargo, alerta Morales, si bien han
disminuido y prácticamente se han eliminado los asesinatos de periodistas, no
han disminuido las amenazas ni los hostigamientos. "Lo que ahora prevalece
es la autocensura, pues los periodistas, sobre todo del interior de los países,
tienen mucho miedo", dice.
El caso mexicano es más complejo, coinciden
los analistas, pues por un lado hay importantes avances legislativos y de
políticas públicas, pero por otro hay es evidente el interés del gobierno priísta
de negar el grave problema que tiene.
El viernes 3 fue aprobado un paquete de
reformas legislativas en ese país que, entre otras cosas, permitirán que los
asesinatos de periodistas sean investigados por el gobierno federal. Pero ese
mismo paquete de normas dejó en suspenso la permanencia de la fiscalía
especializada de protección a periodistas, creada durante la administración del
conservador Felipe Calderón (2006-2012).
Además, el gobierno actual de Enrique Peña
Nieto no se sumó al pilotaje del Plan de Acción de Naciones Unidas para la
seguridad de los periodistas, como sí lo hicieron Nepal, Pakistán, Sudán del
Sur e Iraq, aunque sí participó en las reuniones preparatorias, según
confirmaron funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Lea Prensa, Parte 2.
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