miércoles, 8 de febrero de 2012
Piden "manejo conservador" en pacientes con OI(1)
Por Alfredo Santana
El manejo de fracturas en pacientes con Osteogenesis Imperfecta (OI) debe ser conservador, ya que lo habitual en ellos es sufrir muchas a través de su vida, a veces sin tener traumas o golpes que las causen, indicaron expertos de ortopedia.
Durante el taller médico llamado “Manejo conservador”, en el marco del Congreso Internacional en Osteogenesis Imperfecta, efectuado en la ciudad de México, el Dr. Francisco Sánchez, ortopedista que visitó el Instituto Nacional de Pediatría, indicó que en todo el planeta existen 4,084 publicaciones científicas sobre OI, y 191 tipos distintos de tratamientos. Pero a sabiendas de la cuantía de fracturas en estos pacientes, debe de enfatizarse el “manejo conservador”.
Mucho de este tratamiento implica obtener un diagnóstico completo, y preciso cuando se sospecha un infante pueda tener OI. Esto es para comenzar a tratarle precisamente, y lograr mejoras en su calidad de vida. Inclusive, Sánchez explicó, existen métodos que definen si un infante, aún en el útero 17 o 20 semanas antes del parto, tiene o no OI.
“Los pacientes y familiares deben de estar intensamente involucrados y familiarizados con OI”, Sánchez dijo.
También implica no operar a pacientes cuando sufren de fracturas óseas, ya que tienden a tener complicaciones respiratorias, cardiovasculares, y de otras especies, por la falta de movimiento al estar encamados despúes de las operaciones. Esto se presenta en chicos y adultos.
“Las fracturas causan estrés, dolor, deformidad y traen secuelas como contracción de músculos y huesos”, enfatizó Sánchez. “Las inmovilizaciones en ellos deben ser más bien ligeras, y el menor tiempo posible”.
Sánchez dijo que las inmovilizaciones prolongadas, de varios días, causan espondiliosis lumbar. Esta en una enfermedad degenerativa que atrofia los discos de la espina y su estructura física. Esto conlleva a la gradual perdida de movimiento en brazos, piernas, cadera y espalda.
Sánchez dijo que los médicos deben de considerar tratamientos alternativos a operaciones, como poner férulas, o utilizar entablillados con yeso. Estos reducen el riesgo post-operativo, a pesar de que la estructura ósea al sanar pueda tener algunas imprecisiones.
Sin embargo, Sánchez indicó que cada caso tiene características unicas, y las decisiones médicas deben de ser prudentes, adoptadas con la aprobación de familiares y pacientes. Todos los riesgos deben ser explorados y explicados, en particular en pacientes adultos, o con cuadros patológicos que presenten enfermedades adicionales a las fracturas en torno.
“Tratar fracturas eficientemente es ofrecer una mejor calidad de vida. La meta es verlos sonreir”, indicó Sanchez.
Por su parte el Dr. Francois Fassier, ortopedista del Hospital Shriners para niños en Montreal, Canadá, indicó que fue en 1788 cuando un científico europeo de apellido Ekman hizo el primer descubrimiento sobre OI. Otro científico, de apellido Vrolik, definio en 1849 que OI es una enfermedad congénita. En 1906, otro colega americano, de apellido Looser, identificó la OI como es conocida hasta la actualidad, con al menos cuatro tipos básicos de síntomas.
A sabiendas que los pacientes con OI sufren de perdida de minerales, en particular calcio en los huesos, un proceso llamado desmineralización, desde hace 20 años casi todos los casos de pacientes infantes que han solicitado ingresar al Shriners en Canadá han sido aceptados. En estos momentos, muchos pacientes reciben compuestos de Bifosfonatos, llamados Bisphosphonates en inglés, los que ayudan a mejorar la densidad ósea, dijo Fassier.
Algunos derivados de los Bifosfonatos son los Pamidronatos, los que también ayudan a mejorar la resistencia ósea, y evitan la eventual deformación, o encorvatura de los huesos, dijo Fassier.
Fassier explicó que estos tratamientos suelen suspenderse cuando los pacientes tienen fracturas, y se someten a operaciones. Sin embargo, Fassier indicó, que tan luego como sea medicamente posible, ellos deben de volver a los tratamientos con Pamidronatos.
“Los beneficios de estos tratamientos son mayores que los posibles perjuicios. Esto ya está comprobado internacionalmente por expertos en OI”, dijo Fassier.
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