En varias naciones centroamericanas y caribeñas, entre ellas Haití, el impacto de la reducción de remesas fue de entre uno y dos puntos del PIB, mientras en países del sudeste europeo osciló entre dos y tres por ciento.
Pero el Banco Mundial adelanta que las cifras finales de 2010, que se computarán al finalizar diciembre, rondarían los 325,000 millones de dólares. Se espera que esa tendencia al alza continúe para llegar en 2012 a 374,000 millones de dólares.
HRW sostiene que muchos países dependen de la mano de obra extranjera para abastecer trabajos mal pagos, peligrosos o informales.
Además, en su informe documenta explotación laboral y obstáculos para indemnizar a inmigrantes en la agricultura, el servicio doméstico y la construcción en Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Indonesia, Malasia, Kazajstán, Kuwait, Líbano y Tailandia.
"Los sistemas de apoyo a la inmigración de muchos países otorgan a los empleadores un inmenso control sobre los trabajadores y dejan a éstos presos de situaciones abusivas o imposibilitados de reclamar reparaciones en la justicia", dice el informe.
En Estados Unidos, cientos de miles de personas son detenidas durante meses o inclusive años por violar normas migratorias de carácter civil.
Sin derecho a un abogado nombrado por el Estado, casi 60% de los inmigrantes detenidos comparecen en los tribunales sin defensa legal en ese país.
HRW también sostiene que para los inmigrantes con discapacidades mentales, la falta de un abogado determina que no puedan defender sus derechos. Algunos permanecen detenidos sin justificación durante años.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sostuvo que con demasiada frecuencia las contribuciones que los migrantes hacen a la sociedad son cuestionadas o ignoradas, pues muchos gobiernos adoptan conductas reduccionistas, presentándolos como una carga para economías debilitadas o como un drenaje constante de los servicios sociales que prestan los estados.
Un estudio publicado este año por el University College London reveló que los recién llegados a Gran Bretaña desde Europa oriental pagaron en proporción 37% más de impuestos que los beneficios que recibieron de los servicios públicos en el período 2008-2009.
Muchos inmigrantes, además, contribuyeron a la prestación de atención sanitaria como personal médico, de enfermería y de limpieza en el Servicio Nacional de Salud de ese país.
En Estados Unidos, los ciudadanos naturales se benefician con unos 37,000 millones de dólares por año aportados a la economía nacional por la actividad de los inmigrantes, según el Consejo de Asesores Económicos de la Presidencia.
Más de uno de cada 10 trabajadores autónomos de Estados Unidos son inmigrantes, según la OIM.
Pero, pese a las pruebas, "pocos asuntos despiertan reacciones más duras que la migración", dijo el director general de la OIM, William Lacy Swing.
"Desde los recintos parlamentarios hasta las calles, pasando por las discusiones a la hora de la cena, hay encendidos debates sobre el impacto de los inmigrantes en la identidad nacional, la seguridad, el empleo, la salud y los servicios sociales, todos elementos que conforman la fábrica de la sociedad", agregó.
Pero muchas de esas discusiones se basan en emociones y mitos, y no en realidades sociales y económicas.
"Las migraciones, ahora y en el futuro, obedecen a tendencias económicas, sociales y demográficas globales que ya no pueden ser ignoradas", agregó Swing.
Una de las razones de su marcado aumento es la caída poblacional en los países industrializados, que llegaría a 25% para 2050, dijo.
Esto ampliará significativamente la demanda de trabajadores migrantes mientras la fuerza laboral de los países en desarrollo pasará de los 2,400 millones de 2005 a 3,600 millones en 2040.
viernes, 17 de diciembre de 2010
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