La Universidad Católica Argentina reporta que el 28% de los hogares urbanos recibe beneficios sociales. |
Programas, Página 2.
Según el último informe del ODSA, la pobreza afecta a 30
por ciento de la población, pero puntualiza que sin estos programas la
indigencia en Argentina casi se duplicaría, hasta afectar a cuatro millones de
personas, mientras habría tres por ciento más de pobres.
“Queda un gran desafío por delante”, subrayó Díaz Langou.
“A pesar de que la pobreza se redujo en los últimos años, su infantilización se
profundizó y esto se verifica independientemente de la fuente que se utilice
para su medición”, agregó al considerar necesario extender la cobertura de
planes como la AUH.
“La principal forma de dejar la
pobreza es con empleo, educación y capacitación”, aseguró el economista Marcos
Hilding, de la Fundación Libertad y Progreso, vinculada a la oposición
política.
Hilding criticó la falta de disponibilidad de datos,
estadísticas y evaluaciones “confiables”, al igual que la “superposición
de planes” generados desde por lo menos cinco ministerios y su “uso político”.
Según su contabilidad, existen 60 programas sociales.
Consideró que deberían reducirse a cuatro o cinco, limitarse a un tiempo
determinado, controlados mediante una base única de beneficiarios, y con
mejoras en sus condicionalidades e incentivos para “conseguir empleo en
blanco (regularizado)”.
Un estudio de su fundación indica, con base en datos del
presupuesto, que este año se realizarán 18.2 millones de transferencias
sociales, con un costo de 157,209 millones de pesos (16,730 millones de
dólares).
En plena campaña electoral para escoger el sucesor
de la presidenta Cristina Fernández, cuyo mandato concluye el 10 de diciembre,
y de su antecesor y esposo, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), crecen
las apuestas de que el próximo gobierno deberá establecer planes de ajuste y
abrir el restringido mercado cambiario.
Pero nadie duda de que los programas sociales se
mantendrán, aunque con cambios.
Daniel Scioli, del gobernante Frente para la Victoria, ha
remarcado que trabajará para remplazarlos cada vez más “por empleo genuino”.
Su rival, Mauricio Macri, del opositor Pro, aseguró que
son “derechos sociales ganados”.
“Los candidatos con
posibilidades de llegar a la Presidencia manifestaron su intención de mantener
la AUH. Esto refleja el amplio consenso que existe sobre la necesidad de esta
transferencia”, anticipó Díaz Langou.
La especialista admitió que “es claro el rédito político
que puede haber detrás” de ese consenso. Pero, a su juicio, también
evidencia “la relevancia que tiene la AUH en los hogares más vulnerables y el
impacto que tendría su remoción”.
“Más allá de lo que digan los candidatos para no quedar
afectos por el rechazo de los beneficiarios de estos programas, desde un punto
de vista de política socioeconómica es imposible sacarlos en el corto o mediano
plazo sin un alto costo social y político”, consideró Salvia
“El mercado de trabajo no está en condiciones de recibir
a estos componentes y la problemática social se complicaría de manera grave sin
estas transferencias. Deberán mantenerse por mucho tiempo, incluso aunque las
personas consigan un trabajo estable”, añadió.
“Creo que la AUH llegó para quedarse, que se puede
adaptar y mejorar, pero sería muy difícil sacarlo. El logro sería que cada vez
menos gente lo necesite, reduciendo los beneficiarios”, opinó Hilding.
Eso sí, puntualizó, “el año que viene va a ser un año
complicado en lo fiscal, y con una probable devaluación, por lo que hay que ver
si se actualizan con la inflación o no”.
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