Recursos, parte 2.
Mientras los medios tradicionales viven una crisis imparable, tampoco en este nuevo territorio hay un modelo de negocio replicable.
Mientras los medios tradicionales viven una crisis imparable, tampoco en este nuevo territorio hay un modelo de negocio replicable.
Para el periodista argentino Mariano Blejman,
se trata de “diversificar la forma de generar financiamiento y un gran valor
interactivo con el público a partir de los datos”.
Blejman lidera el proyecto Media Factory en América Latina para promover la creación de
medios digitales rentables.
En su opinión, no es suficiente el uso de
redes sociales para acercarse a las audiencias, sino que hay que buscar nuevas
formas a partir de una evaluación constante de lo que mejor resulte de este
experimento.
Hay tres caminos para explotar, según el periodista rumano Paul
Radu, del Organized Crime and Corruption Reporting Project, que
reúne varias iniciativas de periodismo de investigación de Europa oriental.
El primero es hacer un uso eficiente de bases
de datos con un alto impacto en la vida de los ciudadanos. El segundo, una
fuerte conexión con las audiencias que pueden donar recursos para sostener el
buen periodismo. Y el tercero es la cooperación internacional, que sigue
teniendo el mayor peso del financiamiento de estas iniciativas.
“Son caminos que deben andarse de manera
paralela y articulada. Pero creo que la clave de todo es conectar con el
público”, agregó Radu.
Giannina Segnini, jefa del equipo de
investigación del diario La Nación, de Costa Rica, considera que el futuro del
periodismo se basa en un “real trabajo en equipo” de periodistas, ingenieros de
sistemas, desarrolladores web y expertos de otras disciplinas para encontrar
historias potentes detrás de datos aparentemente difíciles de entender.
Segnini, también premiada en el concurso
latinoamericano de este año, es la creadora del primer equipo de estas
características en la región.
La periodista argentina Marina Walker, vicedirectora del Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación, cree que “tratar de pensar en un periodismo de investigación
rentable no es posible” porque demanda una considerable inversión de tiempo y
de recursos. “Es muy caro y muy lento”, agregó.
Para ella, el periodismo independiente seguirá
dependiendo en gran medida de la filantropía. Mientras tanto, “hay que seguir
probando”, apuntó.
El ICIJ, que reúne a reporteros de diferentes
regiones del mundo y tiene sede en Washington, ha afianzado en los últimos
cinco años su trabajo con periodistas de América Latina mediante un esfuerzo
colaborativo.
Hace poco realizó una investigación global
sobre el secretismo de los paraísos fiscales que requirió procesar 2,5 millones
de archivos digitales, un volumen varias veces mayor que los de las
filtraciones de Wikileaks.
Ying Chan, del Centro de Periodismoy Medios de la Universidad de Hong Kong, considera que
el punto de partida es abrir la mente “y pensar diferente” para seguir
informando en beneficio de la población más vulnerable.
Por ello, no cree que sea descabellado pensar
en un fondo global para el periodismo, similar a otros esfuerzos
internacionales para combatir enfermedades como el sida. En este caso se
trataría de una fuente de financiamiento para fortalecer un periodismo que
contribuya a enfrentar la corrupción y fortalecer la democracia.
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