jueves, 26 de febrero de 2009
Fútbol en Cancún: Un dinero extra para algunos (2)
Sin embargo, está vez la cantidad de aficionados es poca. Quiza habrá unos 3 mil en todo el estadio. En la cabecera sur, donde Naidi trabaja, unas 700 personas se aprestan a ver el encuentro. La porra “Rebel” de los Potros, compuesta por unos 30 jóvenes, armados con banderas, tambores y baquetas, acaba de entrar al graderio. Se presagia el inicio del encuentro.
Naidi nació en Mérida, Yucatán, y emigró a Cancún hace unos 10 años. Ella no es la excepción. Oficialmente, unas 600 mil personas viven en ciudad Cancún. La mayor parte de ellas han emigrado de Yucatán y del vecino estado de Chiapas.
Naidi trae consigo unos 30 lonches en una caja plástica tipo Tupperware. Si los vende todos, irá por otra dotación a la planta baja, donde otros compañeros venden sodas, cervezas Corona y souvenirs del equipo. Menciona que aunque nunca ha platicado con, o se ha acercado a los jugadores del Atlante, la afición local se identifica con el arquero argentino Federico Vilar, quien comenzó su vida profesional como jugador en México en una filial del Atlante en el equipo Zitácuaro, en el estado de Guerrero. Vilar fue pieza importante en la obtención del trofeo de campeón en el Torneo Apertura 2007.
“Es un buen jugador, y la gente lo sigue”, dice Naidi. “Ahora ya está hasta en los anuncios en la calle y camiones urbanos. Es el idolo de la afición”.
Son las 8: 45 p.m., del sábado 7 de febrero. Ya terminado el encuentro entre las reservas, y al momento de salir los jugadores de ambos cuadros a calentar y estirarse previo al encuentro, Naidi se despide, ya que tiene que iniciar su jornada de trabajo.
Unas cuantas líneas de asientos hacia abajo, un hombre, vaso de cerveza en mano la llama: “Déme un lonche por favor”, dice el fanático, cubierto con una chamarra rompevientos negra. “Antes de que empiece el juego”.
Fútbol en Cancún: Un dinero extra para algunos(1)
Por Alfredo Santana
Naidi Maribel Quiñones por lo regular trabaja en la zona hotelera de Cancún, México en el area de servicio y es parte del personal de limpieza en varios de los mega inmuebles. Sin embargo, cada dos semanas, cuando juega el Atlante, equipo local profesional de primera división de fútbol en el estadio Andrés Quintana Roo, Naidi vende lonches en las tribunas los sábados por la noche.
Naidi es soltera. Vive con su mamá en el fraccionamiento Tierra Maya, en ésta ciudad turistica, que oficialmente es llamada Benito Juárez. Dice que vende en el estadio olimpico, construido hace ya casi dos años con dinero público por 42 millones de pesos, para ayudarse a mejorar sus ingresos. El costo de la vida en Cancún es caro para muchos residentes locales.
La edificación del estadio generó controversia entre legisladores estatales, quienes criticaron al gobernador Félix González Canto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de haber utilizado dinero que pudo haberse invertido en el deporte amateur. Esto sucedio entre junio y agosto del 2007.
Falta una hora para el inicio del encuentro entre el Atlante y los Jaguares de Chiapas.
Los lonches que vende Naidi son de jamón con crema y de pollo. Naidi los vende a 20 pesos mexicanos cada uno, alrededor de 1.60 dólares. En restaurantes locales, un platillo de sopa, o una comida “corrida”, que suele componerse de un guiso o carne asada con arroz y otros vegetales, suele costar entre 2.50 y 7 dólares. En la zona hotelera, las comidas cuestan entre 7, y hasta 30 o más dólares.
Las rentas de casas y apartamentos para los residentes locales de una y dos recamaras suelen costar en barrios populares entre 170 y 400 dólares por mes. Algunos cuartos compartidos por dos o tres personas que acaban de llegar a vivir a la ciudad cuestan unos 50 dólares. Un pasaje en el autobus urbano cuesta 6.50 pesos. Un viaje de Cancún a Mérida por autobus de primera ADO cuesta alrededor de 320 pesos, unos 24 dólares.
“El clima es bonito en Cancún. Siempre es fresco, aunque hace años el Huracán Wilma si creo muchos daños en la zona”, dice Naidi, mientras en la cancha juegan equipos de categorias inferiores en un partido de antesala al cotejo programado a iniciar a las 9 p.m. Una fuerte brisa antillana permea la noche.
Naidi se refiere al Huracán Wilma, fenómeno que inundó en octubre del 2005 grandes porciones de la ciudad, dañó decenas de hoteles, y forzó a miles de personas como Naidi a cesar sus trabajos de entre dos semanas, hasta dos meses. En ese entonces el Atlante no se había mudado a Cancún de la ciudad de México.
Por ende, Naidi ni se imaginaba que algún día trabajaría en las tribunas, pintadas de rojo y azul y adornadas con simbolos prehispanicos y deportivos locales. Hay entre cinco y 10 personas trabajando como ella en todo el estadio, coso con capacidad para cerca de 19,000 personas.
viernes, 20 de febrero de 2009
En busqueda de una prótesis en Tepic (2)
“Las prótesis llegan a un punto que requieren nuevas partes, cojines, ligas, molduras de hule, cosas que te ayudan a dar movilidad y que van de acuerdo a tus medidas fisicas”, dice Juan Carlos. “He llamado por teléfono a la gente del Teletón, y nomás me traen a vueltas y vueltas, pero no me resuelven nada. Asi que mejor ya estoy buscando otras opciones”.
Ha recompuesto la prótesis tres veces. Cada compostura dura de cinco a seis meses, usandola a diario, y cuesta de 25,000 a 30,000 pesos, unos 2,500 dólares. Una vez, sus compañeros de escuela colectaron cerca de 9 mil pesos, pero no fue suficiente. José Luis Bejar Fonseca, un abogado local que hoy es notario público, puso el resto.
Cada restauración de la prótesis dura dos semanas.
Esa ocasión bastó para que Juan Carlos perdiera la fe en ciertos políticos mexicanos de alto nivel. El entonces gobernador del estado, Antonio Echeverría del Partido de la Revolución Democratica, o PRD, utilizó la disabilidad de Juan Carlos para lanzar una serie de desplegados en diarios, y en el centro de la ciudad sobre la supuesta “ayuda” que su gobierno había otorgado a Juan Carlos, y del compromiso social de su gobierno para con los discapacitados al componerle la prótesis. Todo fue un engaño. De esa demagogia hace ya casi dos años.
“El gobernador me utilizó con fines políticos. Mintió y le mintió a todos los que lo vieron. Sabemos quien me ayudo de verdad”, dice Juan Carlos.
Artura Alatorre, quien conoce a Juan Carlos de hace muchos años, mencionó que él es una persona independiente, honesta, estudiosa y trabajadora que busca hacer de su vida un ejemplo para los demás.
“Juan Carlos es una buena persona. No muchos pueden lograr lo que él al graduarse de la universidad”, dice Alatorre.
Mientras tanto, Juan Carlos, quien gusta del derecho penal, o criminal, sigue estudiando y planea contactar a algunos de sus maestros para comenzar su tesis. Mencionó que hace unas semanas se entrevistó con el actual presidente municipal de Tepic, Roberto Sandoval, quien le prometió que si juntaba 20,000 pesos, o unos 1,900 dólares, el municipio y el gobierno estatal se harían cargo del resto de los costos de una nueva prótesis. Tanto Sandoval, como el actual gobernador de Nayarit, Ney González, pertenecen al Partido Revolucionario Institucional, o PRI.
Actualemte en Los Angeles, el organismo Unification of Disabled Latino Americans (UDLA) estudia la posibilidad de coletar fondos para ayudar a Juan Carlos. Una nueva prótesis diseñada y construida en Guadalajara estaría lista, despúes de haberse personalizado a las necesidades de Juan Carlos, en un mes.
Por su parte Juan Carlos menciona que no sufre de ningun dolor en la espalda, o articulaciones de su pie sano, después de tantos años de brincar para ir de su casa al trabajo y a la escuela.
“Me siento bien. No tengo dolor para nada. Al contrario me siento cada día más fuerte y activo. Una silla de ruedas no la considero. Pero la protesis sí,” dice Juan Carlos.
En busqueda de una prótesis en Tepic (1)
Por Alfredo Santana
Juan Carlos Zepeda Díaz brinca con su pierna derecha adonde quiera que va en Tepic, Nayarit. Lo ha hecho desde los cuatro años y medio, cuando al meterse por debajo de una vía de trenes al buscar una pelota de fútbol, comenzaron a moverse tres máquinas de tren y 10 vagones.
Ellas le amputaron su brazo y pierna izquierdos. El estuvo despierto durante el episodio, con los ojos abiertos sin poder moverse por el horror que vivía.
Juan Carlos, un estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit, en el occidente de México, vive hacia el fondo de una barranca en la parte noreste de Tepic, ciudad ubicada a unos 450 kilómetros al oeste de Guadalajara.
Allí habita una casa de un cuarto construida de ladrillo rojo cocido sin enjarrar. Vive acompañado de su sobrino Luis, quien estudia la preparatoria. Juan Carlos tiene 37 años, y anda buscando la manera de conseguir fondos para comprar una nueva prótesis para su pierna.
Con un salario de $580 pesos mexicanos a la semana (unos 49 dólares), Juan Carlos tiene que pagar luz y gas, comprar comida para dos, y cumplir con gastos de transportación de el y su sobrino al trabajo y a la escuela. Actualmente Juan Carlos trabaja como velador de un sitio de carros confiscados por el Departamento de Tránsito de Nayarit, y por policías locales. Una prótesis nueva cuesta alrededor de $80 mil pesos, unos 6,200 dólares.
Esta duraria en buen estado unos cinco años. Posteriormente necesitaria mantenimiento cada seis meses con un costo de 1,000 a 1,200 dólares.
“Antes trabajaba en dos casinos, llamado Casino Español y Real Kora. Trapeaba, barría, checaba boletos, etc.” dice Juan Carlos. “Después me fuí a Servigrúas de Nayarit, y trabaje como ayudante de laminero y removía las capas de pintura de los carros. Fuí ayudante de chofer y amarraba los carros a las cadenas y los guiaba a las camas de las grúas”.
El trabajo 11 años en Servigrúas de Nayarit. Lleva cuatro en el lugar popularmente conocido como “Corralón de Tepic”. Aqui trabaja los fines de semana hasta por 36 horas consecutivas, y durante los días que no tiene que asistir a la universidad.
Juan Carlos pertenece a la generación 2004-2009 de la facultad de derecho. Su fiesta de graduación se realizó el diciembre pasado. Pero no pudo terminar sus estudios a tiempo, ya que cuando inició sus estudios, un consejero de la universidad no le mencionó que debía de llevar una clase llamada Desarrollo económico del mundo.
Esta situación le atrasó al menos un semestre su trabajo de tesis, o práctica profesional. También le hace falta un año de servicio social, que según dice Juan Carlos lo piensa lograr en algún tribunal de Tepic. El va a la escuela los lunes de 8 a 9 a.m., y los miércoles de 6 a 8 p.m.
Es el unico discapacitado que se ha graduado de la escuela de derecho en al menos 20 años.
Hace siete años, alguien le ayudo a obtener una prótesis para su pierna. El organismo sin fines de lucro Fundación Teletón, cuya red de asistencia a discapacitados cuenta con 13 centros a través de varias ciudades mexicanas, le consiguió una prótesis para caminar. La Fundación Teletón es asesorada por un patronato de magnates corporativos que, entre otros, incluye a Emilio Azcárraga Jean, presidente executivo del gigante de las comunicaciones azteca Televisa, y Carlos Slim Domit, propietario de Teléfonos de México (TelMex). Slim Domit es el hombre mas rico del mundo.
Juan Carlos obtuvo una pierna movible compuesta de hule, aluminio y otras partes especiales. Esta la utilizó unos cinco años, sin tener que recomponerla. A pesar de tener una para el brazo, el dice no necesitarla.
De ahí en adelante, el Teletón lo ignoró.
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